viernes. 19.04.2024

¿Quiénes combaten a Podemos?

Los partidos del sistema, incluido “el engañabobos C’s, le combaten a muerte por la derecha y la izquierda, valiéndose de los falsimedia para hacerle un sanguis reflejado en las encuestas, que ocultan también las candidaturas de unidad popular territoriales que están construyendo, por lo que puede haber sorpresas el 20-D.

Dada la proximidad de las elecciones y lo que históricamente está en juego, haré un reflexivo análisis –desde mi modestísima y sincera opinión de independiente- ¡¡"sin cobrar del oro de Moscú, aunque Esperanza Aguirre lo dude”!! Porque sabe que si gobierna Podemos, se iniciará el largo proceso que acabe con la democracia  occidental, es decir, con su intocable legitimidad corrupta, dado que ya ha demostrado la posibilidad de cambios, rompiendo el blindado búnker de la putrefacta plutocracia bipartidista con el “misil” más eficiente anti-violencia, unitario-democrático-participativo.

Por este motivo, entiendo que nadie más lo puede hacer, porque la política democratizadora no se improvisa. Por no admitirlo, los partidos del sistema, incluido “el engañabobos C’s” -invento estatal de la oligarquía para proponer cambios de imagen sin dañar sus privilegios, como el “pico-plata”, Rivera ha manifestado en la Sexta-, le combaten a muerte por la derecha y la izquierda, valiéndose de los falsimedia para hacerle un sanguis reflejado en las encuestas, que ocultan también las candidaturas de unidad popular territoriales que están construyendo, por lo que puede haber sorpresas el 20-D.

Para intentar evitarlas, el PP, el PSOE, C’s y UPyD, han acordado un planteamiento inmovilista para que no haya cambios importantes en Cataluña ni en todo el Estado. Por otro lado IU, para evitar “su naufragio”, ha creado la candidatura “oportunista” de unidad popular inter-autonómica. ¿Para frenar a Podemos? Si durante 30 años no ha movilizado contra la “corruptocracia, toda copia por ser fraudulenta” no genera conciencia social confluyente, y menos atribuyéndose el “topicazo de la amplia unidad popular tan manido”.

Cuando digo “oportunista” no lo hago peyorativamente, pienso que es un problema de escasa ética solidaria de la izquierda, no sólo de IU, por no asumir “que sólo la verdad es revolucionaria”, y por los graves errores históricos que recuerdo en la transición, de ellos informa en su libro “La amnesia de los cómplices” de Gerardo Iglesias, fundador de IU. Cuando su actual líder Garzón rompió con Pablo Iglesias acusándole de ello, no fue claro, por ser él quien no aceptó la propuesta. Pero, ojalá tengan éxito para confluir posteriormente.

Respecto a dichos errores, se agravan con la contaminación mercantilista que fomenta el individualismo consumista ego-centrista, impulsado por la  envidia, perversión histórica, ¡”ay, si la envidia fuera tiña, cuantos tiños@s hubiera”!! (…). Por ello, ¿qué esperar –sin plena consciencia- sino grupúsculos sectarios? Para evitar la contradicción de querer avances sin unidad, ¿el anarquismo también, no debiera considerar la actitud de la CNT en la República, que cooperó con la “lideresa natural” Montseny como ministra del gobierno? A pesar de lo difícil que es superar el sectarismo, ¿cómo cambiar políticamente algo, si no nos cuestionamos cambios personales y colectivos?  Einstein decía “que es más difícil desintegrar un átomo que un prejuicio”.

Sin embargo, es constatable que mucha gente lo ha conseguido, inspirada en valores superiores de cultura emancipadora, que impliquen un compromiso trasversal para articular la lucha convergente del movimiento social con la política institucional. Esta mutua cooperación fraternal, es imprescindible para conseguir avances mínimamente democráticos, lo que no se ha conseguido desde la república hace 80 años. ¡¡Hay que recordárselo a la juventud, porque con la edad se pierde la memoria histórica!!.

Sobre esto, es significativo el comentario de Lidia Falcón en el Diario digital Público. Empieza con la apología que subyace ante los problemas sociopolíticos: “la verdad es siempre revolucionaria” lo comparto plenamente, pero “se queja de que ningún partido –ni los emergentes- plantean los derechos de la mujer demandados ya centenarios, que reclaman la libertad, igualdad y fraternidad”. “Las feministas nos presentamos a las primarias de UNIDAD POPULAR”; “Los  derechos fundamentales de la mujer son los mismos que del hombre”; “Por ello pudiera ser un error presentarse”; “Porque el principal problema radica en que cuando en la sociedad, no existe mínimos democráticos, no es posible avanzar en los citados derechos humanos”; “Por ello, la mujer seguirá siendo víctima propiciatoria de una cultura patriarcal y machista, al margen del contenido feminista que tengan los programas electorales”; “Por ello con políticas lastradas, no tendrán acogida”.

Ante este razonable temor, apreciada Lidia, con quien comparto plenamente dichos inalienables derechos, ¿no será mejor apoyar a Podemos, aunque cometa errores y no destaque en su programa el feminismo? Porque apoyándole, se conseguirán mejoras sociales -como ya son constatables en varias autonomías y ayuntamientos- que afectarán también a las mujeres como en otros países, que no necesitan manifestarse estatalmente como en Madrid.

¿No seguiremos tropezando en la misma piedra, apoyando lo malo corrupto conocido, no a lo bueno, aún incipiente? Para conseguirlo, hay que hacer honor a la verdad, porque si se manipula ¿qué revolución se puede esperar?

¿Quiénes combaten a Podemos?
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