jueves. 28.03.2024

Esto no es defender Cantabria

Defender Cantabria es incompatible con permitir y favorecer la destrucción de nuestra costa con pelotazos urbanísticos. Es incompatible con construir puertos deportivos inútiles, caros y dañinos. Es incompatible con dejar morir nuestra cultura tradicional mientras se dedican miles de euros para traer un “artista internacional” a simular que canta diez canciones

Hubo un tiempo en el que el PRC hablaba de Cantabria, no sé si lo recuerdan. Cuesta creerlo después de ver la extraña e incómoda intervención del diputado regionalista. Salió José María Mazón al estrado y empezamos a escuchar hablar de la sociedad catalana, en una versión poco convencida y dubitativa del discurso del trío de Colón. En esta ocasión la actuación de Mazón no estuvo a la altura de producciones anteriores, pero era comprensible. Apenas había empezado 2020 cuando la ejecutiva del PRC decidió cambiar de guionista.

Algo ha pasado, pero solo unos pocos saben la intrahistoria de lo sucedido estos días (y yo no soy uno de ellos). De momento, sabemos la repercusión de la decisión de la ejecutiva regionalista. Por una parte, felicitaciones y reconocimientos por parte de algunos, entre los que se puede intuir una gran mayoría de votantes de otros partidos: “gracias por no permitir que se destruya España”. El propio PP se lo agradeció garantizando su apoyo en Cantabria. Por otra, inmensa decepción y enfado de simpatizantes y votantes que esperaban que el PRC fuera a Madrid sencillamente a hacer lo que dijo que haría: defender los intereses de Cantabria.

Las políticas del PRC no se corresponden con su discurso

Respeto profundamente a quienes pensaron así y confiaron en la importancia de un diputado regionalista en Madrid y, de hecho, estoy convencido de la necesidad de que Cantabria tenga voz propia y defienda sus intereses allí, pero es lo que creo y hay que decirlo: las políticas del PRC no se corresponden con su discurso. Y esto sucede desde antes de que tomaran esta nefasta decisión.

Defender Cantabria es incompatible con permitir y favorecer la destrucción de nuestra costa con pelotazos urbanísticos. Es incompatible con construir puertos deportivos inútiles, caros y dañinos. Es incompatible con dejar morir nuestra cultura tradicional mientras se dedican miles de euros para traer un “artista internacional” a simular que canta diez canciones. Es incompatible con poner la alfombra roja a cualquiera que se diga inversor, sin conocer si se trata de un fraude. Es incompatible con favorecer la desregulación en la ordenación del territorio. Es incompatible con aprobar un permiso de fracking, aunque luego se reconozca el error. Es incompatible con permitir la destrucción del paisaje sin evaluar el impacto ambiental mediante decenas de parques eólicos. Es incompatible con convertir nuestros pueblos en Benidorm del norte. Es incompatible con anunciar 2000 puestos de trabajo cuando se sabe que seguramente nunca se generen. 

Si no creyéramos que defender Cantabria es otra cosa, nunca habríamos puesto en marcha Cantabristas. Hoy, al menos, tenemos la posibilidad de apostar por una política que ponga a nuestra tierra y a la gente que la habitamos en el centro. Que responda únicamente a las necesidades de las personas, que contribuya a mejorar nuestras condiciones de vida, que proteja nuestra cultura y tradiciones, que apueste por el progreso y la igualdad, por el respeto al medio ambiente, por los pueblos y las comarcas.

En definitiva, la defensa sin complejos y sin bandazos de los intereses y necesidades de Cantabria. Ahí estará siempre Cantabristas.
 

Esto no es defender Cantabria
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