viernes. 29.03.2024

El atletismo se viste de luto en una jornada trágica

Prestigiosos cardiólogos ya han manifestado que someterse a pruebas de esfuerzo no es garantía total de inmunidad a este trágico billete hacia la muerte. Seamos pues comedidamente responsables y evitemos este tipo de sucesos para arremeter contra el entorno de esta práctica deportiva.

Domingo 1 de mayo, día soleado en Cantabria y a priori perfecto para practicar el deporte que más nos gusta, el running. Correr, por asfalto, por el monte, por cualquier superficie, pero correr y hacerlo lo más rápido posible. Poner nuestra capacidad al límite y luego sentir la excitante sensación del reto superado, del logro de objetivos antaño impensables. Casi siempre bien, casi siempre exultantes, casi siempre sin perdiz pero con final feliz.

Y sin embargo a veces la realidad se vuelve tosca, con aristas punzantes que nos hieren en lo más hondo de nuestra carcasa de deportista. El mismo día y a la misma hora cientos de pruebas en toda la geografía nacional ven ensombrecido su día de gloria por el fallecimiento de dos deportistas.

Seamos responsables con nuestra propia trayectoria y nuestras decisiones, sin necesidad de hacer recaer en Federaciones y organizadores lo que debe ser decisión de nuestro propio sentido común y nuestra propia responsabilidad

Trail RAE de Otañes, km. 33, Javier cae inconsciente y fallece. Medio maratón de Gijón, km. 18, Alejandro cae inconsciente y fallece. Dos instantes, dos fatídicos momentos, y el mundo del running se convulsiona, saltan las alertas y de forma inusitada toma presencia en todos los medios de comunicación, un deporte casi siempre ignorado por las grandes redacciones, que ahora se hacen eco, no del éxito de nuestros atletas, sino de la mórbida noticia de las muertes deportivas. Y comienzan las cábalas sobre la necesidad de controles médicos, sobre la poca preparación física de los participantes, sobre las deficiencias de las organizaciones. Cada día son más casos los que se producen, y lo que tal vez no sea más que una simple regla estadística comienza a ser motivo de polémica médica. ¿Está todo el mundo preparado para la práctica del running? ¿Sería imprescindible para competir la exigencia previa de la certificación médica de una prueba de esfuerzo? ¿Debería exigirse un curriculum previo para la admisión de los participantes a ciertas pruebas de mayor exigencia? Lo cierto es que esta mala lotería no atiende al mero razonamiento lógico, como muestran en ocasiones los fallecimientos de deportistas de mucha trayectoria, incluso de élite, sometidos a controles médicos, a programas de entrenamiento y a rígidas dietas nutricionales. Prestigiosos cardiólogos ya han manifestado que el hecho de someterse a pruebas de esfuerzo no es garantía total de inmunidad a este trágico billete hacia la muerte, incluso añadiendo que son infinitamente más las muertes por afecciones coronarias en personas sedentarias y con malos hábitos para la salud, como el tabaco, el alcohol o la inadecuada nutrición.

Seamos pues comedidamente responsables y evitemos este tipo de sucesos para arremeter contra el entorno de una práctica deportiva que en la inmensa mayoría de ocasiones se muestra como una gran aliada de la salud. Seamos pues responsables con nuestra propia trayectoria y nuestras decisiones, sin necesidad de hacer recaer en Federaciones y organizadores lo que debe ser decisión de nuestro propio sentido común y nuestra propia responsabilidad. Yo como practicante de pruebas deportivas de alta exigencia, realizo todos los años una prueba de esfuerzo y una revisión médica completa, incluidas analíticas varias, para conocer mi estado físico, y aún así soy consciente de que no son garantía al 100% de que detecten algún posible fallo importante en mi cuerpo. Y a continuación mi propio sentido común deberá indicarme si estoy preparado, no ya por mi estado físico sino por mis entrenamientos y trayectoria, para afrontar un medio maratón, un triatlón, un maratón o un ultra trail de montaña. Yo soy el único que puede tomar la última decisión.

El atletismo se viste de luto en una jornada trágica
Comentarios