miércoles. 24.04.2024

Erradicar la violencia de género, una lucha de todos

España es referente en Europa en la lucha contra la violencia de género. Pero queda un largo camino por recorrer en el que, es imprescindible, la colaboración y cooperación de todos: partidos políticos, administraciones, colectivos, asociaciones, jueces, policías…

El pasado año hubo 31.911 víctimas de algún tipo de violencia de género en España, un 2% más que en 2019. Representa que 1,5 mujeres mayores de 14 años padecen acoso sexual, maltrato psicológico, trata y un largo etcétera cuya peor expresión es el asesinato.

En lo que va de 2020, 41 mujeres han sido asesinadas en España. 1.073 desde el año 2003, fecha en la que comenzamos a contabilizar esta brutal lacra que afecta a toda la sociedad.

Una violencia muchas veces silenciosa, porque las mujeres no denuncian. Un informe elaborado por el Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género, publicado el pasado mes de junio, señalaba que el 73,9% de las mujeres asesinadas desde 2003 no habían interpuesto denuncia contra su agresor.

Los datos son fríos, pero el dolor que siembra la violencia de género, no. Detrás de cada mujer maltratada, acosada, violada o asesinada hay una historia. Historias que las afecta directamente a ellas e indirectamente a sus familias. Vidas que son truncadas por el ‘machito de turno’ que quiere ver sus deseos satisfechos y realizados, porque, no olvidemos, la violencia la practican los hombres sobre las mujeres.

Por ello, para la erradicación de la violencia de género, necesitamos de la participación de todos, de hombres y de mujeres, para acabar con los estereotipos culturales y tradicionales que aún imperan en nuestra sociedad.

Por ello, para la erradicación de la violencia de género, necesitamos de la participación de todos, de hombres y de mujeres

Es verdad que hemos avanzado. España es referente en Europa en la lucha contra la violencia de género. Pero queda un largo camino por recorrer en el que, es imprescindible, la colaboración y cooperación de todos: partidos políticos, administraciones, colectivos, asociaciones, jueces, policías…

Es deber de cada uno de nosotros, desde nuestras cotas de responsabilidad, contribuir a educar en igualdad. Porque es en la educación donde está la base de todo. La educación es la herramienta que hará posible que los menores de hoy no se conviertan en los maltratadores, acosadores, asesinos del mañana.

Formemos en perspectiva de género a las Fuerzas de Cuerpos y Seguridad del Estado, a las policías, a los jueces para que ninguna mujer se vea desamparada. Que la falta de una formación acorde a estas situaciones, no suponga que una mujer se quede sin protección. Y, por supuesto, dotemos a estos colectivos con los medios y el personal necesario.

Consigamos que los números fríos pasen a ser un mal recuerdo. Que no tengamos que volver a pasar un 25 de noviembre sin una madre, una hermana, una amiga porque un hombre decidió que había llegado su final. Que no sea necesario que las calles y plazas se llenen de voces que gritan: Nos queremos vivas, nos queremos libres.

Erradicar la violencia de género, una lucha de todos
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