Con dos tantos en la segunda mitad los locales fueron merecedores de la victoria. Los de Camargo jugaron con uno menos a partir del minuto 40 de la primera parte por expulsión de Héctor.
El arquitecto montañés no podía disfrutar de porvenir alguno, y como tantos otros hijosdalgo venidos a menos de aquel siglo XVI, no tuvo otra salida que la de buscar la quinta pata al gato. Y, sin…