Prácticamente había una discoteca en cada población y con nombres preciosos, a saber: Línea de playa, Caracol, La Nuit, Pentágono, BB2, en Santander; Laser 2000 en Maliaño; Fresas en Bezana; Morocco…
“Fueron cinco… fueron cinco”. Solamente estas palabras, repetidas entrecortada y compulsivamente pero en voz baja, pudieron extraer de la joven recitadora cántabra sus compañeras de cautiverio.