El preacuerdo estipulaba un incremento salarial de un 2,5% para este año y del IPC más un 0,5% para 2018 y 2019, además de una nueva distribución de la jornada laboral…
Se han incorporado varios ajustes, como impedir la movilidad en casos de minusvalía tanto de la persona afectada como de sus dependientes de primer grado.
El resultado deja un “sabor agridulce” al presidente del comité de empresa, quien ha lamentado que el acuerdo “no haya contentado a más parte de la plantilla”.
A la oferta final de la empresa, que plantea un convenio para cuatro años con incrementos salariales, se ha sumado un quinto año que “mejora los cuatro anteriores”.