jueves. 09.05.2024

A comienzos de enero de 2015 Podemos elegía a su Secretario general en Santander. En aquel proceso de primarias el abogado Juan Manuel Brun lograba el apoyo del 62,65% de los votos, un apoyo muy superior al de sus rivales políticas en aquel momento, Rosana Alonso (27,23%) y Tatiana Yáñez-Barnuevo (10,12%). Pero poco duró su mandato. En junio de ese mismo año presentaba su renuncia, y desde entonces la formación en la capital cántabra ha estado huérfana de un liderazgo claro. El proceso de primarias en el que participan Lydia Alegría y Elena Motta pretende poner fin a esta situación.

Lo que llevó a Brun a tomar tan drástica decisión, según sus propias palabras fue el haber “perdido toda la confianza” en el proyecto que representa la formación morada, de la que también se dio de baja unas horas más tarde.

Dicha pérdida de confianza se debió, en palabras del ex secretario general de Podemos Santander, a que la formación estaba transformándose “en un partido más, muy táctico” y con “vicios” adquiridos de los demás. Cabe recordar que Brun fue el principal impulsor de la corriente crítica dentro de Podemos Cantabria, y fue apartado del proceso de primarias al Parlamento autonómico, aunque sí era miembro del Consejo Ciudadano regional.

Brun denunció que Podemos estaba transformándose “en un partido más, muy táctico” y con “vicios” adquiridos de los demás

Precisamente fue a raíz de que se le retirara del proceso de primarias autonómicas cuando Brun presentó una querella contra Podemos al entender que estaba “instigada y promovida” desde Madrid con una “clara intencionalidad política” de “sofocar al sector crítico”.

Tal y como ha explicado en varias ocasiones, entre estos vicios podría incluirse que un partido que iba a ser “horizontal” se ha convertido en “vertical”, y la “participación y democracia” iniciales han dado paso a una “jerarquía”. A su juicio, todos estos eran “defectos que tienen el resto de partidos”, a los que habría que sumar “que cometen errores”.

Brun justificaba su renuncia y los problemas que tuvo con el partido en el hecho de que “cuando alguien no encaja en la tesis general, se lo ventilan”, y criticaba que las formaciones municipales y regionales en muchos puntos de España habían sido tomadas por “arribistas” y “gente que vende su alma por un puesto”.

Círculo municipal

Desde aquellos “conflictos”, como los ha definido una de las candidatas a la Secretaría general de Podemos en Santander, Elena Motta, la situación del partido en la capital cántabra no ha sido la mejor. Su presencia en la vida política de la ciudad durante este último año y medio ha sido prácticamente nula.

Para Motta, aquella situación posiblemente hizo que “mucha gente perdiera la confianza” en la gente de Podemos en la capital, mientras en la política regional lograba representación en el Parlamento regional con tres diputados.

Un partido sin liderazgo visible en Santander desde hace un año y medio
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