sábado. 27.04.2024

Unicaja Banco aterrizaba en Cantabria con su fusión con Liberbank, la entidad surgida, a su vez, de la fusión entre Caja Cantabria, Cajastur y Caja de Extremadura, en 2021. Desde entonces, muchos clientes cántabros, tanto personas físicas como empresas, han estado viendo cómo los servicios no solo no han mejorado con respecto a lo que tenían, sino que han empezado a ver cargos en sus cuentas que no tenían antes. Cargos correspondientes a una serie de comisiones que muchos de ellos atribuyen a que “quieren que nos vayamos a otros bancos”, ya que no encuentran explicación a una “ausencia total de criterio”. "Unicaja nos echa", sentencian.

Según han explicado algunas empresas afectadas a este medio, las fusiones y los cambios de dirección de las entidades bancarias en los últimos años han terminado por generar un “problema en la previsión de gastos”, ya que muchas de ellas han pasado de contar con cuentas con las que “operan, realizan pagos y domicilian cobros” por las que “no pagábamos comisión ninguna”, a “recibir cobros que han ido aumentando progresivamente casi mes a mes”.

Comisiones, por ejemplo, por realizar una sencilla transferencia incluso a cuentas de la misma entidad, o por el pago de nóminas. Durante años, tanto empresas como particulares que domicilian gastos (ya sean hipotecas, nóminas…) en sus cuentas, no suelen tener comisiones de ningún tipo. Sin embargo, como cuenta otro cliente particular, eso ha cambiado con Unicaja Banco, y lo ha hecho sin previo aviso.

Según relata en declaraciones a eldiariocantabria.es, “de la noche a la mañana” recibió en su cuenta un cargo de 24 euros por el mantenimiento. Tal y como explica, no solo no había tenido nunca un gasto de este tipo durante su etapa en Caja Cantabria y posteriormente en Liberbank, sino que la nueva entidad le había asegurado que teniendo en su cuenta domiciliado un plan de pensiones no tendría gastos de mantenimiento de 14,40 euros. “Te dicen que ya no hace falta que vayas a la oficina para nada, pero para defender mis derechos y recuperar ese dinero sí me obligaron a acudir a mi oficina”, recuerda visiblemente molesto.

Otro afectado se vio en un caso particular cuando, según relata, recibió un cargo en su cuenta como gastos por la tarjeta de crédito, lo que “me obligó a reclamar algo que ellos mismos me habían confirmado”. Tal y como explica, en dicha cuenta tiene domiciliada la nómina y un plan de pensiones, y cuando se produjo la absorción de Liberbank, banco con el que tenía la cuenta, desde Unicaja le aseguraron que no habría cargos.

Curiosamente, las oficinas de Unicaja Banco anuncian en sus cristaleras un Plan Cero Comisiones con el que, en teoría, los clientes “pueden dejar de pagar comisiones de mantenimiento y administración” de la cuenta, “de mantenimiento de la tarjeta de crédito” y por la “emisión de transferencias”.

Sobre este último coste, el responsable de otra empresa ubicada en Santander señala que “empezaron a cobrar sin previo aviso comisiones por las transferencias que realizaba el departamento de Administración”. Según denuncia, fue algo “inesperado” que supuso una llamada a la entidad para saber qué había ocurrido. Era una cantidad pequeña, por lo que se decidió continuar con el banco, pero a los pocos meses esa comisión por transferencias aumentó “en más del doble”.

Desde la entidad bancaria no se supo dar una respuesta más allá de que era la nueva política, según explica, por lo que “hemos decidido trasladar todos nuestros activos a otro banco, parece que no quieren que las empresas trabajen con ellos”.

A estos problemas se suman los que tienen muchos clientes con los cajeros automáticos. No solo porque la política de Unicaja, como la de otras entidades, es reducir el número de puntos en los que sacar dinero (y de oficinas con atención personal), sino porque muchos cajeros no tienen fondos para responder a las demandas de los ciudadanos. Tal y como han denunciado algunos vecinos de Torrelavega, al menos “en tres cajeros de la zona no se puede sacar dinero” de forma periódica. “Y en aquellos que se puede solo dan billetes de 50 euros”, añaden, lo que implica que los clientes tienen que sacar efectivo en múltiplos de 50. “Si necesito 60 euros para pagar algo no puedo tenerlos, tengo que sacar 100”, pone como ejemplo una de las afectadas.

PÉRDIDA DE CUOTA

Lo cierto es que Unicaja Banco, a pesar de las publicidades y la renovación de imagen de logo, oficinas y aplicación web, parece estar en un proceso de pérdida de cuota y presencia en toda España, y que muchos medios atribuyen a una posible absorción por parte de otra entidad bancaria mayor (algo parecido a lo que hizo Unicaja con Liberbank).

Según los datos del último año, se ha registrado un empeoramiento con respecto a lo que vivió tras el Covid-19. Según datos publicados por el medio Influencers, a comienzos de 2022 la entidad malagueña había firmado cerca de 1 de cada 10 hipotecas en España. Apenas un año después, el balance era de 1 de cada 20 hipotecas en todo el 2023.

En el caso de Cantabria, la reducción de su actividad y su presencia es notable. De hecho, en algunos casos es superior a lo que se produce en otras comunidades en las que opera el banco como Asturias o Castilla-La Mancha. Por ejemplo, y según los datos manejados por el citado medio, la cuota de mercado en crédito es un 4,3% menor que hace un año, cayendo fundamentalmente en Extremadura y Asturias, y en menor medida en Cantabria y Castilla-La Mancha.

A esto habría que sumar la ya mencionada caída de las hipotecas. Unicaja Banco, según las últimas cuentas publicadas, ha pasado del 9% al 5,6%, pero el dato es quizá más llamativo si tenemos en cuenta que la entidad ha tenido precios competitivos en los préstamos, situando sus tipos variables y fijos entre los más atractivos del país.

En lo que Cantabria sí supera al resto de comunidades en las que está presente Unicaja es en la cuota de depósitos. El banco ha perdido un 14,1% de cuota en los ahorros de los cántabros, balance que está por encima, por ejemplo, de Asturias (-14%), Castilla-La Mancha (-13,5%), Extremadura (-13,5%) o Andalucía (8%). Esto va aparejado a la reducción de su presencia en estas regiones clave para su actividad, provocando, entre otras consecuencias, que en el último año se hayan registrado salidas de capitales de unos 1.000 millones de euros y haya multiplicado los gastos por intereses, pasando de 202 millones a 993 millones. El resultado más directo ha sido que en el cuarto trimestre estanco de 2023, la entidad andaluza entró en números rojos y registró una pérdida de 19 millones de euros.

Este sería uno de los motivos por los que, a diferencia de otras entidades, Unicaja Banco no ha presentado beneficios récord, a lo que habría que sumar lo que algunos medios especializados llaman una “crisis de poder”, después de la salida de varios consejeros, el cese forzoso de su consejero delegado, Manuel Menéndez, la retirada del presidente Manuel Azuaga o las presiones del Banco Central Europeo (BCE). Todo ello ha provocado, en lo que a poder empresarial se refiere, que Bankinter haya logrado superar a Unicaja y se consolide ya como la quinta entidad más grande de España durante los dos últimos años.

“Unicaja nos echa. Quieren que nos vayamos como clientes”
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