El suceso parece de película, pero es muy real. La Guardia Civil de Navarra, después de que hace un mes recibiese en sus dependencias una denuncia relativa al robo de una piscina expuesta en la gasolinera sita en la nacional de Pitillas, concretamente en la N-121, ha logrado resolver el caso.
La piscina llevaba colocada en la misma posición desde hacía más de 20 años hasta que un día de este abril, de pronto y de la noche a la mañana, desapareció del lugar. El propietario, que no tardó en darse cuenta de que su piscina de casi 7 metros de largo y 3 de ancho no estaba donde cada día, denunció los hechos, según relata Navarra.com.
Un helicóptero del cuerpo de la Guardia Civil ha localizado esta semana la instalación, aunque ya hundida bajo tierra, en una finca de Caparroso. El tamaño y las características respondían a la perfección con las del objeto que había desaparecido a escasos 16 kilómetros.
Tal y como pudo conocer la Guardia Civil, dos jóvenes se llevaron la piscina valiéndose de un elevador hidráulico y un tractor en el que la transportaron hasta su casa. Allí, en una finca, instalaron la piscina. Al parecer, el tipo de vehículo que utilizaron para llevársela del lugar respondía distintas direcciones de la Zona Media de Navarra. Entre ellas, estaba Caparroso.
El padre de uno de los chicos reconoció, cuando los agentes se personaron en el domicilio, que la piscina se la habían regalado a su hijo. Este y el amigo, que se llevaron en tractor la piscina, alegaron lo mismo ante los agentes. El propietario valoró el precio de la misma en 4.000 euros.
El final de la historia es el siguiente: los chicos han sido detenidos por un delito de robo con fuerza en las cosas, los agentes han recuperado la piscina y ha sido devuelta a su propietario.
