Valle de Villaverde está viviendo un confinamiento especial. Los vecinos de este municipio cántabro, evidentemente, se atienen a las limitaciones de movimiento del resto de ciudadanos, pero al encontrarse en el País Vasco, sus movimientos para comprar, trabajar o acudir al médico se han realizado tanto a la comunidad vecina como al resto de Cantabria. Una libertad de movimiento un poco diferente que no ha encontrado objeciones en las fuerzas de seguridad, al menos no que hayan trascendido. Ahora la desescalada, que se hará por provincias, ha supuesto una encrucijada que ha resuelto, curiosamente, el Partido Nacionalista Vasco (PNV).
Y es que el partido presidido por Andoni Ortuzar le hizo llegar al Gobierno de Pedro Sánchez la propuesta de que Valle de Villaverde tenga el mismo ritmo del País Vasco durante las próximas fases de la desescalada. Propuesta que se incluía en el paquete presentado el martes al Ejecutivo central para apoyar una nueva prórroga del estado de alarma, y que ha sido aceptada, por lo que “el Grupo Vasco votará hoy a favor de la prórroga del decreto de alarma”, afirmaba la propia formación en redes sociales.
Ni el Gobierno de Cantabria, ni el vasco, ni siquiera el Ayuntamiento han tenido nada que ver en esta decisión, si bien es cierto que el propio alcalde, el regionalista Javier Pérez, había trasladado esa misma propuesta al Ejecutivo cántabro, según ha reconocido a El Correo. Y aunque ha sido el PNV el que finalmente ha logrado tomar la iniciativa de esta propuesta, el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, se ha mostrado partidario de la misma, apelando al entorno en el que se encuentra el municipio cántabro y viendo “razonable” la petición del PNV.
Con todo, el líder del PRC ha asegurado que esta situación “para nada pone en tela de juicio” la nacionalidad cántabra del municipio, aunque las especiales circunstancias obligan a que esté en la misma situación que los que están a su alrededor.
