domingo. 28.04.2024

Escalerón y el Gran Espertar

Para que se produzca ese Gran Despertar en favor del cántabru, antes conviene recordar que desde hace ya demasiado tiempo hay y existe un plan muy bien elaborado de intervención civil y militar para crear leyes en contra de las identidades y las culturas de los pueblos

Como suele ser habitual, y por los problemas ya conocidos de espacios y de agenda a la hora de hacer titulaciones en los artículos, el nombre completo de este trabajo bien podría haber sido, por ejemplo al castellano el siguiente: 'Escalerón y el Gran Despertar, un ejemplo esclarecedor de intervención y fiscalización, intromisión y manipulación'. Si bien se queda con el más simple y esclarecedor en cántabru que es el que da comienzo al mismo, y que a la postre es el que más nos importa a la hora de poder exponer el contenido principal que ahora nos interesa.

El caso es que a mediados del pasado mes de Diciembre del pasado año 2023 diferentes ayuntamientos, como por ejemplo el de Los Corrales de Buelna, con gran alegría se sumaron a la campaña 'Escalón a la Vista', una medida a celebrar y digna de todos los reconocimientos, y sobre todo a resaltar especialmente por la cual el Ayuntamiento se decidía entonces a colaborar con la 'Asociación Es Retina' para extender cintas que mejorasen la visibilidad de los peldaños en los edificios municipales, sumándose así Los Corrales a otros ayuntamientos cántabros que han apostado por facilitar la vida al casi 4% de las personas de nuestro país a día de hoy padece algún tipo de discapacidad visual, como acertadamente señaló hace unos meses el delegado de la asociación en Cantabria, Jesús Delgado Fernández.

Las leyes que han sido creadas y gestadas contra los pueblos y sus culturas tradicionales son en realidad un auténtico shock para la población

Como hijo que soy de una madre afectada gravemente por una falta de visión aguda y severa, este tipo de iniciativas e intervenciones son sin lugar a duda un hito a celebrar y a considerar, pues como muy bien resaltó en su momento el alcalde de Los Corrales, Julio Arranz Ochoa, “todos tenemos claro que es nuestra obligación poner lo que podamos de nuestra parte para facilitar el bienestar de nuestros vecinos en el quehacer diario, eliminando, en lo posible, barreras arquitectónicas”, sin embargo esta acción habría estado mejor si en vez de poner la palabra castellana “escalón”, se hubiera puesto la que le corresponde en cántabru, y que a la postre no es otra que “escalerón”.

De igual manera que, por ejemplo, sabemos que en cántabru la palabra “seleru” da al castellano “escalera de gallinero”, o de que, por ejemplo, la palabra cántabra “iliera” significa al castellano “escalera de palomar”, y así igualmente tenemos que “escalerón” daría al castellano “escalón”.

Y es que si, por ejemplo, al concejal del área de Seguridad Ciudadana, Alfredo Casanova, le parece una muy buena idea “el adoptar esa medida en todos los edificios de competencia municipal y, además, trasladarlos estos a colectivos como la Asociación de Comerciantes y Empresarios del Valle de Buelna, o a los centros educativos, a los que se les puede facilitar una cinta para hacer así más fácil la vida a las personas que padecen esta enfermedad”, porque no añadir a tal circunstancia términos y expresiones que son nuestras y propias de nuestro pueblo, en por ejemplo las cintas impresas a través de palabras cántabras en vez de las castellanas. O por ejemplo, en cántabru y en castellano.

Como muy bien explicó hace unos meses Jesús Delgado Fernández en la presentación de Los Corrales, es a través de estas actuaciones e intervenciones como “cualquier escalón marcado se puede ver mucho mejor”. Sin embargo, estas actuaciones (que ya se hacen en ayuntamientos como Santander, Torrelavega, Piélagos, Camargo, Astillero) serían más reseñables, y sin duda también tendrían una mayor carga emotiva y de sentimiento, si en los mismos se pusieran palabras en cántabru. Y más teniendo en cuenta que ahora se está trabajando con el Gobierno de Cantabria para aplicarlo en los edificios sanitarios, y a futuro en las farmacias de toda Cantabria.

Quién sabe, pero a lo mejor también puede ser una muy buena idea el que, por ejemplo, la concejala de Atención a la Ciudadanía, Lara Aguado, pueda recibir escritos y solicitudes demandando atención y respeto para el cántabru, en muchas veces espacios y territorios que aún emplean y utilizan el cántabru en su día a día.

Con todo hay que añadir que para que se produzca ese Gran Despertar en favor del cántabru (más que nada porque es lo que al final cuenta, y con lo que al final nos quedamos), antes conviene recordar que desde hace ya demasiado tiempo (pero fundamentalmente tras la década de finales de los años 40 del pasado siglo) hay y existe un plan muy bien elaborado (y siempre en proceso de transformación) de intervención civil y militar para crear leyes en contra de las identidades y las culturas de los pueblos que aún son soberanos y/o mantienen algún rasgo o apéndice de libertad, y que en Occidente se sustenta a través de las diferentes intervenciones decididas de parte de los Estados (y de las luego sus diversas Agencias y Agendas forasteras de control mental del tipo, por ejemplo, Hollywood, CIA, etc.), implementadas éstas a través de los diferentes medios de la desinformación masivos y alienantes que existen sobre las personas que son en la mayor parte del mundo confiadas e inocentes; y por la cual se pretende cambiar la visión y el concepto de lo que es una personalidad, una cultura y una identidad.

Si no acabamos pronto con el buenismo de la corrección política, las culturas y las lenguas del mundo no tendrán con seguridad ningún tipo de relevancia

Estas Agendas de participación sobre las identidades y las culturas de los pueblos (como por ejemplo, la “Operación Mockinbird”), son en realidad diferentes intervenciones de control mental de la CIA a través de los medios de comunicación (ponemos el ejemplo de la “Operación Mockinbird”, o si se prefiere, la “Operación Sinsonte”, aunque hay más), que no son sino diferentes programas a gran escala de la Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos (que comenzaron en los primeros años de la Guerra Fría: 1947 y 1991) a través de los cuales se pretende y se busca la manipulación y la compra, la intervención y la fiscalización sin cesar (y constantemente) de los diferentes medios de comunicación de todo el mundo con el fin de obtener así y finalmente réditos y beneficios propagandísticos, aunque también de otros tipos.

Y es que las leyes que han sido creadas y gestadas contra los pueblos y sus culturas tradicionales son en realidad un auténtico shock para la población, pues estas tienen como fin único el desmantelar la autogestión y la independencia de pensamiento y de crítica que hasta hace bien poco ha sido creada, gestada y originada en las mentes y en las voluntades de los pueblos europeos (y otros) en sus respectivas culturas y lenguas tradicionales.

Por lo tanto, si no derribamos pronto la maquinaria de la propaganda de Hollywood, y la de sus no menos estados satélites, que a su vez dirigen las mentes de las gentes, como por ejemplo vemos a diario en el conflicto de Ucrania-Rusia, Israel-Palestina, China-Taiwán, etc., es y será muy difícil a futuro el poderse mantener y permanecer. Por eso, y desde aquí, esta denuncia y exposición pública que parte de este título y enunciado en cántabru: “escalerón”.

Y es que si no acabamos pronto con el buenismo de la corrección política, así como con el de la anulación programada de los medios de la desinformación, las culturas y las lenguas del mundo (entre las cuales se incluyen también las minoritarias) no tendrán con seguridad ningún tipo de relevancia y de posibilidad, de sustentación y de permanencia, en un mundo que alocadamente se dirige hacia escenarios de descarada intervención e incierta manipulación.

Es por lo tanto importante confeccionar gabinetes de gobierno que creen leyes contra las Agendas de los Rockefeller y los Rothschild, los Vanguard o los BlackRock, que a su vez están implementadas por la CIA, o por ejemplo, el Banco Mundial, la OMC, el GATT, el Foro Económico Mundial, la Banca JP Morgan, y muchos otros más. Leyes, en definitiva, que causan un profundo shock entre la población, pues desfiguran y anulan por completo y para siempre su identidad y su esencia como sujetos que son con personalidad y derechos. Por todo ello, es urgente desmantelar la mezquina maquinaria de propaganda de Hollywood (que a su vez dirige las mentes de las gentes a través de sus diferentes Agencias), y a este respecto ello resulta principal y prioritario en las actuales circunstancias y tiempos.

Y esto solo y únicamente sucederá “a instancias” de la exposición y denuncia pública que se haga en este año 2024 (y en los sucesivos) de las diferentes redes clientelares y de soborno que en la actualidad anulan por competo las voluntades colectivas de permanencia y de existir.

Escalerón y el Gran Espertar
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