sábado. 27.04.2024

Dolor por tanto accidente de moto, sin casi mirar por los moteros

Tener y conducir una moto es un sueño que no tiene edad, lo que no quiere decir que acarree riesgos. Tan apasionado como soy de conducir así, matizo que desplazarte con ellas se ha vuelto realmente peligroso. Ni hay el respeto debido a las motos, ni tampoco apoyo suficiente por parte de legislación y administraciones. Tampoco los usuarios de motocicletas somos hermanitas de la caridad. Quien se sube a una debe estar bien formado e informado. No es así. Aumentan por lo tanto los accidentes mortales, ¡y a qué velocidad! Tráfico pide prudencia, aunque me temo que su recomendación se ve ya superada por tantas familias rotas de dolor

El diseño de las nuevas ciudades tiene muchos aspectos positivos, pero en la parte negativa destaca sobre manera que den la espalda a las motos. No es solo por trato igualitario en la circulación, y la supremacía de los coches y, últimamente, hasta de los patinetes. Está también que cada vez hay menos aparcamientos para ellas, en las obras de calles y barrios no se cuenta con los moteros, y las Policías tienen una fijación excesiva con esta forma de moverse por las urbes, que no da precisamente para pensar bien sobre una misma vara de medir a la hora de poner las multas.

En este contexto, la mortalidad por accidentes de moto en España se dispara, y Cantabria no es una excepción, ya que este 2023 lleva camino de colgarse el cartel de trágico para sus usuarios. Si el cierre del año pasado fue tremendo a nivel nacional, con 251 fallecidos, este pasado verano se ha dado la cifra de un muerto al día, de media. La alarma no solo ha saltado en Trafico, sino también en los municipios donde se producen estos accidentes, donde lo mismo se ven envueltos conductores jóvenes que mayores.

¿A qué se debe este incremento de muertes en la carretera, subidos a una moto? Un buen amigo, y con motivo de su jubilación, adquirió recientemente su primera moto. Yo las conduzco desde hace cuarenta años, a diario, y nunca tendré confianza y seguridad total, sobre todo porque los reyes de la carretera, los auténticamente protegidos, son los coches, y los demás no parecemos existir. Esto que digo alcanza la máxima expresión con la falta total de aparcamientos para motos que ya es cuestión generalizada. Pagamos impuestos, pero a cambio no recibimos un trato justo. Al contrario, a los moteros se nos discrimina.

“La falta total de aparcamientos para motos es generalizada. Pagamos impuestos, pero a los moteros se nos discrimina”

Pero sigue sin responderse del todo la pregunta del porqué de tanto accidente sobre las dos ruedas. Como muchos accidentes de circulación, hay que buscar la principal causa en la imprudencia y la distracción. Llevar una moto requiere de gran concentración, lo que al tiempo te ofrece seguridad y capacidad de reacción en el caso de que se te cruce en el camino algún obstáculo inesperado. Añado que siempre hay que tener la máquina a punto: motor, frenos, cubiertas, batería, luces, cadena… El exceso de velocidad no debe ir con nosotros. El disfrute de nuestra moto, sí. Cuando veo a alguien sin un buen casco, sin guantes, y ropa apropiada para conducir, me doy cuenta de la diferencia entre el realmente experimentado del que no lo es. Las ciudades se han llenado de conductores en camiseta, pantalón corto y chanclas. A todos estos, yo les quitaba las llaves de lo que llevan entre manos, porque demuestran muy pocas luces por circular así.

Cuando llegan los accidentes, todo son lamentaciones, pero ya es demasiado tarde. La Dirección General de Tráfico se muestra preocupada por el aumento de este tipo de accidentes, pero tiene su gran parte de culpa. Quien no tenga una mínima formación e información de lo que es una moto y lo que supone conducirla, no debería tener permiso alguno. Imposible decirlo más claro. Por unos pocos, nos meten a todos en el mismo saco, y la opinión de muchos conductores de coches sobre las motos no es la adecuada.

Las ciudades se estrechan y quienes andamos en moto debemos de tenerlo muy presente, y respetar la fila de la circulación en cada momento. No viene a cuento querer llegar antes superando a los coches por donde no existe sitio, ya que el carril es único. Lo veo a diario, y damos una imagen pésima. Me gustan esos conductores que señalan educadamente a estos infractores que “así, no”. Esto es también educación vial. De la que las administraciones no se preocupan realmente. Con los anuncios de prudencia ya lo tienen todo dicho. Ni por asomo es suficiente para frenar la escalada de accidentes mortales en moto. Cuando salimos de las ciudades y pueblos habituales por los que circulamos, no podemos pensar que con solo coger un camino ya te lleva al destino elegido. Deberíamos conocer de antemano, especialmente cuando hacemos rutas en fines de semana, el entorno por el que nos vamos a mover. Y repito: ir siempre bien equipados.

Faltan un par de meses para que termine el 2023, y por ejemplo en Cantabria vamos ya por 8 muertes. Son muchas. Cada vez hay más motos en circulación, pese a que no tenemos dónde aparcarlas. Aunque la estaciones bien, nadie te libra de que te la tiren y sufra numerosos desperfectos. Como damnificado, sé muy bien de lo que hablo. Adiós por tanto a esa idea de que moverte en motocicleta te agiliza la vida. Lo normal es que des vueltas y vueltas por las calles hasta que encuentras un hueco donde dejarla. Se evapora también la comodidad de llegar a nuestros destinos, invadidos por el estrés de no poder aparcar en ningún lugar.

“Me gustan esos conductores que señalan a infractores que, así, no. Es también educación vial, de la que las administraciones no se preocupan”

Por último, motos sin talleres en las ciudades para su reparación es una muy mala combinación. Pareciera que hay ayuntamientos que no les quieren tener dentro del casco urbano, y todo son ponerles trabas. Es al menos la lamentación que escucho a demasiados mecánicos que ven como cada vez tienen más impedimentos para trabajar. Ni siquiera hace falta que ellos lo digan, porque sus clientes también lo vemos. A esto hay que llamarlo lo que es: persecución. La vida no es todo Internet, el móvil, las apps o llamar por teléfono a diferentes bancos, compañías de seguros, energéticas y operadoras de teléfono, para que te den el pésimo servicio actual que ofrecen a un cliente al que no respetan desde el punto de vista de un trato amable y personal. En cambio, los tradicionales talleres sí te atienden como es debido. De persona a persona. El mecánico de tu moto es más que un buen profesional. Los moteros lo sabemos y les profesamos un respeto firme. Pero nos molesta especialmente que haya sectores, en especial ayuntamientos, que no tienen esta misma sensibilidad. Nunca lo verán, hasta que no se hagan moteros de verdad.

Dolor por tanto accidente de moto, sin casi mirar por los moteros
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