Un león marino deambulaba por el muelle de Steveston, en Vancouver Canadá. Unos turistas lo vieron y se quedaron en el lugar durante un tiempo. Michael Fijiwara, uno de los presentes, sacó su teléfono móvil para grabar al animal, sin saber lo que estaba a punto de pasar. Una niña pequeña con un vestido blanco se sentó en el extremo del muelle, junto al agua, para hacerse una fotografía con el león marino, pero este, en décimas de segundo, salió del agua, mordió el vestido de la niña y la arrastró con él.