lunes. 29.04.2024

El urogallo cantábrico resiste al peligro crítico de extinción con apenas 190 ejemplares, después de la regresión sufrida por la especie en las últimas décadas y varios intentos de frenar su desaparición, especialmente en los últimos seis años, que han permitido alcanzar en 2023 una tasa de reproducción de las hembras de 1,8 pollo, el mejor dato de los últimos ejercicios.

Así lo han explicado en Villablino (León) a la población local expertos del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, de la Junta de Castilla y León y del Principado de Asturias. En la localidad leonesa han presentado los avances y resultados del proyecto de recuperación del urogallo en la cordillera Cantábrica entre los que destaca la "importante regresión" que ha sufrido la especie en las últimas décadas.

En la jornada, a la que asistió medio centenar de personas procedentes de los territorios donde aún vive urogallos, como las comarcas de Omaña, Laciana y Alto Sil en la provincia de León y en los concejos de Ibias, Degaña y Cangas de Narcea en Asturias, se expusieron los resultados provisionales del programa de actuaciones para la recuperación del urogallo que realizan las tres administraciones desde hace seis años.

En concreto, la población cantábrica de urogallo sufre un elevado grado de amenaza que derivó en la declaración de su "situación crítica" en 2018 junto a otras seis especies junto con otras 6 especies, lo que suponía declarar de interés general las obras y proyectos encaminados a la recuperación de dichas especies.

Las cinco restantes son jara de Cartagena, el alcaudón chico, la margaritona o náyade auriculada, la cerceta pardilla, el visón europeo y la nacra común.

Fruto de la declaración en situación crítica se puso en marcha el Grupo de Trabajo del Urogallo, por parte de representantes del MITECO, del Gobierno del Principado de Asturias, de la Junta de Castilla y León, del Gobierno de Cantabria y de la comunidad autónoma de Galicia.

Durante la jornada se incidió en la importante regresión de la especie en la cordillera en las últimas décadas, aparentemente motivada por un conjunto de factores relacionados con los cambios en la calidad del hábitat y la persecución humana acontecida hasta finales del siglo XX.

También se presentaron los principales trabajos realizados durante estos últimos años, dirigidos a promover la recuperación poblacional del urogallo siguiendo las prioridades de actuación reconocidas y consideradas por el Grupo de Trabajo del urogallo en situación crítica, en gran parte actuaciones y líneas de trabajo compartidas con la mayoría de las poblaciones europeas de urogallo. En total, la población estimada en 2019 en la cordillera cantábrica ascendía a 190 individuos. Este censo se repetirá a lo largo de 2024 para valorar la evolución poblacional.

Asimismo, entre los resultados destaca que la productividad del urogallo, que en 2023 alcanzaron valores cercanos a los dos pollos por hembra (1,8), el mejor dato desde que se realizan estos trabajos de seguimiento. Igualmente, se presentaron los trabajos realizados de seguimiento de urogallos radiomarcados y las tasas de mortalidad y supervivencia obtenidas.

El seguimiento y manejo de las tasas de depredación de urogallo también se reveló como un factor destacado para favorecer la productividad del urogallo, en base a los ensayos de campo realizados los últimos seis años en las áreas de presencia de la especie. También hubo un espacio dedicado a exponer las actuaciones de mejora y restauración del hábitat del urogallo, con el fin de alcanzar una mayor hetorgeneidad estructural.

Precisamente, entre las novedades científicas expuestas en la jornada, se subrayó que desde el punto de vista genético las poblaciones pirenaicas y cantábricas constituyen una misma unidad evolutiva diferenciada del resto de núcleos europeos, estimándose que ambas poblaciones ibéricas se habrían separado entre sí hace unos 4000 años.

Esta información científica novedosa supone un avance de cara a la gestión de la cría en cautividad, en el marco del programa de conservación ex situ de la especie en España.

En este sentido, se presentaron las líneas de trabajo en el centro de Cría del Urogallo de Valsemana de Castilla y León, donde se alojan en la actualidad 28 urogallos jóvenes con los que desarrollar la cría en los próximos años, y de Sobrescobio en el Principado de Asturias.

El urogallo cantábrico resiste al riesgo de extinción con apenas 190 ejemplares
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