jueves. 02.05.2024

Cantabristas y la esperanza de apuntalar un nuevo cambio

A día de hoy Cantabristas es la única formación política que habla alto y claro sobre cuestiones transcendentales y esenciales

Desde el momento mismo en que nace Cantabristas su único objetivo ha sido traer a las instituciones públicas otra forma de hacer política más transparente y también más realista, sin por ello renunciar a su esencia soberanista y apuesta por hacer de Cantabria un país nuevo frente al inmovilismo de los partidos de siempre, que tan solo son meras marionetas o cuando no, simples sucursales clientelares de lo que se dicta y se decide desde las instituciones centrales a las cuales los partidos políticos cántabros rinden obediencia y pleitesía obscena de mesa y delantal.

Con más de 500 propuestas, la “hoja de ruta” de Cantabristas cuenta de una vez y de frente con todo tipo de iniciativas y proyectos, pues no en vano han escuchado, atendido y recorrido el país durante años hablado con sus gentes de sus inquietudes y problemas, ansías y deseos, esperanzas y promesas, preguntas y preocupaciones.

Su proyecto político me gusta porque es de renovación, de afianzar y de cambio, y porque también este pueblo lo merece, lo aprecia y lo demanda

Y es que desde el momento mismo de su creación (y aún incluso mucho antes) no han parado ni un instante estos jóvenes inquietos, revoltosos, impacientes y soñadores de transitar y callejear Cantabria de punta a punta y de acá para allá, para llevar y mostrar a su pueblo un nuevo mensaje de ilusión y confianza, imaginación y mejora que a mucha gente les recuerda a la de por ejemplo, la lucha de los jóvenes nacionalistas irlandeses que durante varias décadas se enfrentaron al dominio inglés sobre su tierra y voluntades.

A día de hoy Cantabristas es la única formación política que habla alto y claro sobre cuestiones transcendentales y esenciales, como por ejemplo: el futuro laboral de los jóvenes; los problemas de vivienda, tanto en compra como en alquiler; la falta de inversión asequible y, por tanto, de servicios, en sanidad, educación, transporte…; la creación de nuevos espacios verdes y culturales a partir del reaprovechamiento de los terrenos y las infraestructuras; los peligros del despliegue y el apaño eólico, que en el fondo no esconde sino la usurpación y la apropiación de la tierra comunal al pueblo; la aniquilación y la amenaza consciente del tejido productivo e industrial; la incautación, el robo y la apropiación de los recursos naturales; la desavenencia y el desasosiego controlado y en conjunto de los partidos políticos; la alineación cultural y la imposición de la ideología neoliberal globalista; la defensa del patrimonio lingüístico, cultural, arquitectónico y paisajístico; etc.

Las distintas agendas colonizadoras para el control y el dominio de nuestros recursos y capacidades hace tiempo que ya están en marcha gracias a la disonancia cognitiva, y de parte de sectores y conglomerados político-financieros de muy diversa índole y condición descolorida, que en no pocas ocasiones son amparados y protegidos por nacionales del país. Por eso depende de nuestra voluntad y de nuestra acción-implicación que esto no se realice sin rechistar o bien se incremente completamente. Y es que las dispares políticas extractivistas, arrampladoras y depredadoras de la tierra y del territorio son desmesuradas y desproporcionadas, al tiempo que también insultantes y arto agraviantes para el conjunto de la sociedad.

Como reza su presentación: “Votar a Cantabristas es apostar por la regeneración y por un futuro construido desde el comienzo sin imposiciones ni negocios con el cártel del hormigón. Votar a Cantabristas es defender esta tierra de quienes quieren venderla. Cantabristas es trabajo serio y riguroso sin proclamas vacías”.

Su proyecto político me gusta porque es de renovación, de afianzar y de cambio, y porque también este pueblo lo merece, lo aprecia y lo demanda, y sobre todo, porque corre por sus venas un deseo profundo de mejora, de implicación y de transformación consciente. Apostemos sin tardar por Cantabristas en las instituciones, el tiempo y el momento de apuntalar un nuevo aire a la política es ahora.

Cantabristas y la esperanza de apuntalar un nuevo cambio
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