La trata y la explotación sexual es una violación de los derechos humanos y una forma de conducta criminal que, a menudo, va unida a otros delitos como el secuestro, el fraude, el engaño y el abuso de poder.
La trata de personas no es algo de ahora. A lo largo de la historia hubo personas que fueron tratadas como mercancías, siendo explotadas para beneficio de otros.
La explotación sexual es una de las formas más graves de esclavitud del siglo XXI. Y España es uno de los países de Europa que más destaca en el consumo de prostitución.
Son gente vulnerable y cuya mayor debilidad es su situación de pobreza, de la cual se aprovechan los traficantes
Ya en 2023, va siendo imperativo acabar con todas las formas de esclavitud, porque estamos hablando de personas a las que se les está destruyendo la vida a consecuencia de caer en estas redes, sufriendo condiciones degradantes, violencia, trato cruel e inhumano, perdiendo de esta manera los derechos básicos de cualquier ser humano. Son gente vulnerable y cuya mayor debilidad es su situación de pobreza, de la cual se aprovechan los traficantes para la explotación de seres humanos.
Según el Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO), en 2022 había en España 6.655 personas en situación de riesgo frente a las 4.704 del año anterior. En Cantabria fueron 96 personas frente a las 40 del año anterior.
De las 129 víctimas de 2022, nos encontramos a 120 mujeres, 5 hombres y 4 niñas
Va siendo hora de levantar la voz y aprovechar este Día Internacional para crear conciencia, para poner el acento en buscar soluciones, para prevenir y combatir la trata de personas y la explotación sexual, prestando especial atención a mujeres y niñas, ya que de las 129 víctimas de 2022, nos encontramos a 120 mujeres, 5 hombres y 4 niñas, lo que hace que este problema claramente sea un problema de violencia de género, como así consta en la resolución del Parlamento Europeo del 16 de septiembre de 2021.
No debemos olvidar que estas víctimas son personas destruidas porque se ha atentado contra su vida, su integridad, su libertad y su dignidad, y por lo tanto han de ser protegidas, dándoles gran apoyo en todos los sentidos.
Tenemos que recordar que “la trata” y “la pornografía” van de la mano en el proceso de destrucción de las personas, y con la ayuda de las tecnologías modernas y las redes sociales, hoy cualquiera puede ser víctima, si no de trata, sí de explotación sexual, con consecuencias poco deseables para la persona que lo sufre. Cabe puntualizar que la pornografía infantil (con menores de edad) existe y se puede explotar sexualmente a una víctima sin necesidad de estar cerca.
Necesitamos educación para que los y las jóvenes sepan respetar a sus semejantes y así mismos, así como una ley que regule la pornografía, y a su vez que la ley contra la trata llegue a buen puerto.
Estamos hablando de uno de los negocios ilegales más lucrativos después del tráfico de drogas y de armas, que al mismo tiempo es uno de los más destructivos de la persona por el sufrimiento que conlleva. Es importante recordar que SIN DEMANDA NO HAY TRATA, lo cual hace que también sea una cuestión que está en nuestras manos combatir.