El Día Internacional de la Mujer, que se celebra cada 8 de marzo, es una fecha clave para reflexionar sobre los avances y los desafíos pendientes en la lucha por la igualdad de género. Este día no solo conmemora los logros históricos de las mujeres en la sociedad, sino que también sirve como un recordatorio de la necesidad de seguir promoviendo su participación activa en todos los ámbitos de la vida pública y privada.
La igualdad de género es un derecho fundamental y un principio clave para alcanzar un desarrollo sostenible. A pesar de los progresos significativos en las últimas décadas, las mujeres aún enfrentan barreras en áreas como la educación, el empleo, el ocio y la toma de decisiones sociales o empresariales. La corresponsabilidad en las tareas domésticas y el cuidado de los hijos sigue siendo un desafío, ya que a menudo estas responsabilidades recaen desproporcionadamente sobre las mujeres.
La conmemoración del Día Internacional de la Mujer es una oportunidad para celebrar los avances logrados
En este contexto, es esencial que tanto hombres como mujeres compartan los mismos deberes y derechos, y que ambos sean igualmente responsables de sus acciones y decisiones. La igualdad de género implica que las mujeres tengan las mismas oportunidades para formarse, trabajar y participar en la vida social y cultural, sin discriminación ni prejuicios.
Desde el Ayuntamiento de Polanco llevamos tiempo tomado iniciativas importantes para abordar estas cuestiones, especialmente entre los más jóvenes. A través de programas educativos y campañas de concienciación, se trabaja con adolescentes y jóvenes para fomentar una comprensión más profunda de la igualdad de género. Estas actividades buscan desafiar los estereotipos de género y promover actitudes y comportamientos que respalden la igualdad y el respeto mutuo.
Por eso, la conmemoración del Día Internacional de la Mujer es una oportunidad para celebrar los avances logrados y para reafirmar el compromiso con la creación de una sociedad más justa e igualitaria. Es un llamado a la acción para que todos, independientemente de nuestro género, contribuyamos a la construcción de un mundo donde las mujeres y los hombres puedan prosperar por igual. Solo así podremos asegurar un futuro en el que la igualdad de género sea una realidad vivida y no solo un ideal a alcanzar.
La corresponsabilidad debe ser un objetivo prioritario para lograr la participación igualitaria de mujeres y hombres en todos los ámbitos sociales. Mientras continúe en manos de las mujeres mayoritariamente la responsabilidad de cuidado de las personas dependientes, no será posible que dediquemos el tiempo necesario para nuestra formación y nuestra promoción profesional. La corresponsabilidad en el ámbito familiar debe permitir que las personas, mujeres y hombres, compartamos las responsabilidades y dispongamos, en igualdad de condiciones, del tiempo necesario para nuestro progreso como personas.