Varios beneficiarios de la Renta Social Básica y la ayuda extraordinaria que aporta el Gobierno de Cantabria desde abril de 2022 comprobaron ayer cómo esta última no llegaba a sus cuentas. Tras la denuncia que realizaron a este medio, este jueves varios de ellos han empezado a recibir la cuantía de 72 euros que deberían haber tenido ayer en sus cuentas. Fuentes de la Consejería de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad han confirmado a eldiariocantabria.es que el retraso que se ha podido producir “no implica ningún cambio en la asignación ni un cambio en la política del Gobierno autonómico”.
“No ha habido ningún problema”, han asegurado estas mismas fuentes, achacando dicha tardanza a los plazos propios de los trámites bancarios y a la Festividad de Todos los Santos. Desde la Consejería han mostrado su comprensión con la preocupación que hayan podido experimentar los beneficiarios de la Renta Social Básica, pero han reiterado su compromiso con el pago de esta ayuda aprobada por el anterior Ejecutivo de Cantabria.
En concreto, la medida del bipartito suponía, desde abril de 2022, una subida del 15% de la RSB como respuesta a los efectos económicos derivados del alza de precios de energía y suministros básicos a raíz de la guerra de Ucrania. En principio, el aumento regional solo estaría activo hasta finales de 2022, pero en enero de 2023 el propio Ejecutivo PRC-PSOE extendió esta ayuda hasta finales de año, algo que desde la Consejería se ha confirmado a este medio.
Esto implica que los beneficiarios de la RSB, que perciben una media de 480 euros, sumaban a esta cuantía un total de 72 euros más. Algunos de los afectados han señalado a eldiariocantabria.es que, para ellos, una diferencia de 72 euros puede suponer una importante diferencia para afrontar los gastos mensuales. Su preocupación, como han reconocido, se ha producido después de las informaciones sobre las subidas salariales de la presidenta del Gobierno, María José Sáenz de Buruaga, y del resto de consejeros un 20%, algo a lo que posteriormente tuvieron que renunciar ante la presión social y las críticas de ciudadanos y grupos políticos, fundamentalmente de PRC y PSOE, que durante los 16 años de gobierno nunca incrementaron sus salarios.
