sábado. 04.05.2024

Perriodismo

Hay más libertad en la conferencia de un entrenador para el partido del día siguiente. Por eso lo estadios se llenan y las urnas no

El problema de la alta política actual es que se ha convertido en dedicación exclusiva de sinsorgos con ventanas a la calle. No es de extrañar que la gente se informe por medios que hasta hace poco no existían: redes, plataformas, canales de YouTube donde, si distingues el gato de la liebre, puede quedar algo para conocer lo que el oficialismo oculta. Estamos en el tocomocho del cambio, porque es la primera vez en mucho tiempo que ese cambio es a peor: votas y lo que recibes es una piara de irresponsables públicos tirándose los trastos a la cabeza en aras del mal común.

¿La responsabilidad? No tanto de la política como del periodismo. Se pregunta lo justo o nada, se afea a quien mete el dedo en la llaga y el pienso de las plantas altas de los partidos, o del Gobierno, se degusta sin empacho en las redacciones. Póngame cuarto y mitad de argumentos enrevesados (la mayoría, mentira directamente) y con eso sale el plato de mañana en primera página. Entre la voracidad de la ‘haute politique’ y los intereses de los medios, la verdad o cosa que se le parezca es un pájaro extraño que voló y que está en extinción.

Aquel día que un político me dijo: “los periodistas no sois intocables” sabía de lo que hablaba

En el colmo de la payasada, son ahora los portavoces de los partidos y/o los gobiernos quienes se arrogan la potestad de trasladar qué cuestiones son aceptables: “La pregunta no es esa, la pregunta sería…”, responden cada vez con más frecuencia los susodichos, sin que nadie abandone la sala de prensa. Igual de indecente que la costumbre de elegir a dedo quién va a preguntar y quién no. Hay más libertad en la conferencia de un entrenador para el partido del día siguiente. Por eso lo estadios se llenan y las urnas no.

En este escenario ya ni sorprende que Puenting haga listas de columnistas que, a su juicio, le insultan. Y que lo pague la plebe con sus impuestos. Aquel día que un político me dijo: “los periodistas no sois intocables” sabía de lo que hablaba. Han regado bien esa estrategia, y nos la hemos comido con patatas. Tratados como canes de tinta seca: perriodismo.

Perriodismo
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