El mirador de La Cardosa, en pleno puerto de Palombera, es un punto obligatorio de peregrinaje para los amantes de las rutas de montaña y del ciclismo con unas vistas espectaculares del valle de Cabuérniga y los imponentes hayedos del Saja. Especialmente en época de Berrea, si te asomas al Balcón de la Cardosa puedes disfrutar de un espectáculo único que Cantabria puede ofrecer, uno de tantos.
Pero hay quien se empeña en destrozar las pequeñas y cada menos frecuentes muestras de naturaleza y mundo rural que aun quedan en una sociedad cada vez más industrializada. Una mirada a la naturaleza desde el Balcón donde, si tienes suerte, puedes divisar a los corzos, uno de los cérvidos más complicados de ver. De hecho, junto al murete de piedra del mirador de La Cardosa descansa una estatua de uno de estos animales, que ha sido tristemente vandalizada.
Desde 1960 vigilaba el corzo las vistas del mirador, pero algún indeseable ha decidido arrancarle los cuernos, que es como amaneció este fin de semana el monumento de casi 70 años de vida.
Cantabria es una de las pocas regiones que aun hoy día pueden presumir de naturaleza, medio ambiente, sector primario y el mundo rural que siempre ha caracterizado a 'la tierruca', pero hay quien quiere cargárselo.
