La Guardia Civil de Cantabria ha detenido a un hombre de 49 años como presunto autor de delitos contra la seguridad vial, daños, atentado contra agentes de la autoridad y quebrantamiento de condena, todo ello para evitar ser detenido y tener que reingresar al Centro de Inserción Social (CIS) José Hierro de Santander.
Según ha informado el instituto armado en nota de prensa, los hechos se produjeron la madrugada del pasado 20 de enero, cuando efectivos de la Unidad de Seguridad Ciudadana (USECIC) observaron a un vehículo sospechoso circulando sin luces por la localidad de Maliaño (Camargo).
Las tres patrullas que se encontraban en la zona se unieron para intentar parar el vehículo de forma coordinada, comenzando a realizarle señales de alto, pero el conductor hizo caso omiso y realizó una maniobra evasiva para darse a la fuga, teniendo que apartarse una de las patrullas para evitar ser embestida.
En su huida, realizó una conducción "manifiestamente temeraria", poniendo en grave peligro la integridad de los agentes y otros usuarios de las vías, llegando a tomar las rotondas en dirección contraria, lo que obligó a varios vehículos a apartarse para evitar colisionar.
Finalmente se adentró en la calle Mediterráneo de Guarnizo, que no tiene salida, colocándose detrás del coche un vehículo patrulla para impedir su huida. Al verse acorralado, el conductor comenzó a realizar maniobras para intentar huir, embistiendo repetidamente y con gran virulencia a uno de los vehículos de la Guardia Civil, llegando a colisionar igualmente con los de dos vecinos del lugar.
Por este motivo, los agentes se vieron obligados a intentar detenerle de otra forma, llegando uno de ellos a ponerse en el lateral del vehículo para que depusiera su actitud, momento en que el conductor giró bruscamente con la "clara intención" de atropellarle, atrapando entre el vehículo y un muro una de las piernas del guardia, que sufrió lesiones graves.
Por fin, consiguieron abrir una de las puertas del vehículo y sacarle, manteniendo el conductor su actitud violenta y agresiva contra los agentes hasta que consiguieron inmovilizarlo y detenerlo. Una vez detenido, se pudo comprobar que el 19 de enero el CIS José Hierro de Santander había comunicado que el hombre no había regresado al centro.
