Ambrosero ya coronó al nuevo “rey” de los sobaos, un murciano capaz de devorar hasta dieciséis unidades de este producto cántabro en tan solo ocho minutos. Valentín Carrasco llegaba al II Campeonato Mundial de Comedores de Sobaos de Ambrosero con todo, y así lo demostró este miércoles, relevando por todo lo alto al madrileño Anier Gozálvez, ganador de la edición pasada que logró engullir diez sobaos. Y es que, este youtuber cartagenero es ya famoso en las redes sociales por sus retos virales con comida, en las que él mismo deja claras sus intenciones: “Vengo a comerme el mundo con mi simbionte”, reza en su biografía de Instagram. Y vaya que sí se le comió, erigiéndose como el gran “comedor de sobaos” internacional.
Este concurso logró este año batir su propio récord respecto a los diez sobaos de Escojo Artesanos -organizador del evento-, de 150 gramos con un 26% de mantequilla, devorados por el madrileño la edición pasada. Pero no solo batió récords en número de sobaos consumidos por el vencedor sino también en procedencia de sus concursantes. Atrevidos de toda España se desplazaron hasta Ambrosero para hacer suya esta hazaña y crear una nueva experiencia para contar y presumir entre amigos y familiares. Comedores canarios, valencianos, murcianos, madrileños, castellanoleoneses y, por supuesto, cántabros dijeron sí a esta aventura tan loca como divertida a partes iguales.
En este particular evento gastronómico, los participantes comieron de pie y contaron con agua y leche ilimitadas. La prueba constó de una única ronda eliminatoria dividida en dos tandas, cada una con 15 participantes. Un total de 30 participantes soñaban con alzarse con el titulo mundial este año, pero solo uno lo consiguió. Este se llevó, además del reconocimiento, un premio de 1.000 euros. El segundo clasificado fue obsequiado con 500 euros y el tercero con 300 euros. También se entregaron 100 euros al mejor clasificado de Cantabria, a la primera mujer y al primero de Bárcena de Cicero.
La estética también se ha cuidado en este acontecimiento gastronómico pues el campeonato se llevó a cabo en un tráiler transformado en escenario, similar a las competiciones gastronómicas norteamericanas, con una larga mesa llena de sobaos.
