domingo. 28.04.2024

Caían gotas hasta que estallaron las nubes. La rana drogada se cubrió de la tormenta de lluvia con una hoja plana alucinógena. Esperaba con paciencia a que escampara. Sus hermanas la encontraron empapada y se fue con ellas a la charca de los renacuajos. Durmió después de dos noches en vela.

Al despertar con el pincel del arco iris en el cielo, el guarda del monte silbaba una canción de su infancia: "Cro cro cantaba la rana". El anfibio verde, todavía mareado, cometió un error: quedarse parado. El guarda capturó a la rana con una trampa y cortó sus ancas con un cuchillo para preparar un suculento plato en sus fogones. Hizo la digestión alucinado y veía dragones echando fuego por la boca. Enloqueció y acabó en un manicomio.

La rana alucinada
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