viernes. 26.04.2024

La dimisión este miércoles del actor torrelaveguense Antonio Resines como Presidente de la Academia de Cine escribe un nuevo capítulo en la turbulenta historia de la institución en los últimos años. Por el cargo han pasado muchos nombres en muy poco tiempo, pero la dimisión del protagonista de la serie Los Serrano, en sus propias palabras por “serias discrepancias” con la Junta Directiva, ha despertado cierta polémica por lo ocurrido en la pasada edición de los Premios Goya.

Como ya publicó el diario CTXT, Resines creó una empresa privada llamada Premios Goya 2016 AIE poco antes de la celebración de la gala, concretamente el 25 de enero, según el Registro Mercantil. El objetivo de esta empresa, de la que el actor era administrador único, era recabar y gestionar los fondos para la ceremonia. No hay que olvidar que la Academia es una asociación sin ánimo de lucro.

"En todo momento, nuestra intención ha sido desempeñar nuestras funciones de la mejor forma posible y siempre en beneficio del sector al que hemos representado. Para ello hemos emprendido nuevos proyectos, algunos aún en desarrollo, que esperamos terminen fructificando para bien de la Academia", afirmaba el comunicado del miércoles remitido por Resines.

Resines creó una empresa privada llamada Premios Goya 2016 AIE poco antes de la celebración de la gala

Pero esa visión podría no concordar con la de varios miembros de la Junta de la Academia. Según CTXT, muchos no estaban conformes con la decisión de crear esta empresa ajena a la Academia de Cine, más si cabe que se hizo sin consulta previa, como denuncian algunos miembros. Los que sí parece que se enteraron de la noticia fueron los patrocinadores privados que colaboran con la gala de los Goya, y que recibieron una carta solicitando que no realizaran su aportación económica en las cuentas de la Academia, sino en las de esta empresa privada.

Democrática y transparente

Las palabras de Resines, quien acusaba a la Academia de entorpecer su labor, han tenido respuesta este jueves por parte de la propia Junta Directiva, que ha negado que haya entorpecido su labor, al tiempo que ha mostrado su "pesar" por las razones que el presidente ha esgrimido para su dimisión.

Resines presentó su dimisión irrevocable de todos sus cargos y funciones junto al vicepresidente, Edmon Roch, alegando "serias discrepancias con parte de la Junta Directiva que han imposibilitado en los últimos meses el trabajo diario de la terna presidencial en la institución".

La Academia, tras destacar que "es esencial" que la Junta trabaje de manera "democrática, transparente y coordinada" con la presidencia y la dirección general, ha asegurado que la directiva "no ha paralizado ni ha entorpecido el trabajo de presidencia ni de dirección general", como -dice- queda demostrado en la última Memoria de la Academia de 2015 presentada en la Asamblea General celebrada el pasado 11 de junio.

Precisamente dicha Asamblea General tuvo como protagonista, precisamente, el caso de esta empresa privada. El tercer punto del orden del día se refería a la empresa, figurando en la convocatoria figuraba “AIE (agrupación de interés económico). Informe y aprobación”.

La Junta Directiva ha nombrado de manera unánime como presidenta interina Yvonne Blake y como vicepresidenta interina Judith Colell

Nuevos nombramientos

Por otro lado la Junta Directiva ha informado de que, con el fin de continuar con la actividad de la Academia y según marcan los estatutos de la misma, han sido nombradas de manera unánime, en la Junta de esta misma mañana, como presidenta interina Yvonne Blake y como vicepresidenta interina Judith Colell.

Estos cargos serán ratificados en la Junta Extraordinaria del martes, 19, donde también quedará nombrada la comisión electoral responsable de conformar el calendario electoral y la convocatoria de elecciones que pretenden sean celebradas lo antes posible.

Auditoría externa

Como apunta CTXT, los estatutos de la Academia indican que los socios pueden consultar las cuentas de la organización en cualquier momento, y que estas serán sometidas regularmente a una auditoría externa. Sin embargo, esta auditoría no podría estudiar el movimiento de dinero de la empresa privada que, en principio, habría gestionado los Goya 2016, salvo que dicho dinero vuelva a la Academia.

Además, señala que algunos académicos entienden que, al fundar esta empresa, la Academia se habría saltado, incluso, la ley 12/1991, que regula las agrupaciones de interés económico. Según el artículo 4, estas “sólo podrán constituirse por personas físicas o jurídicas que desempeñen actividades empresariales, agrícolas o artesanales, por entidades no lucrativas dedicadas a la investigación y por quienes ejerzan profesiones liberales”.

El derecho mercantil concreta que, al ser la Academia una asociación sin ánimo de lucro, esta no podría constituir una agrupación de interés económico. Con todo, los estatutos de la organización mencionan, entre sus objetivos, el “promover la investigación científica en materia de cinematografía”, lo cual acercaría la creación de la empresa a uno de los supuestos permitidos por la ley. La Academia no publica sus estatutos ni los facilita a la prensa, argumentando que estos están solo a disposición de sus socios.

El 1% restante de la sociedad pertenece a Resines a título individual; el actor fue nombrado administrador único de la empresa en el documento de constitución notarial. Pasada la gala de los Goya, el 8 de febrero, el presidente de la Academia delegó sus facultades en Porfírio Enríquez ante el mismo notario.

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