sábado. 27.04.2024

El balonmano está de moda en Torrelavega. Es una evidencia. Los domingos ya no son solo ‘Domingos de Malecón’, los chavales van a jugar a la Roja con la camiseta del Bathco BM Torrelavega y los niños y niñas en los coles ya no juegan solo al fútbol. Ahora hay más opciones.

La Marea Naranja del BM Torrelavega cada temporada suma más adeptos, más socios y los niños y niñas de la capital del Besaya, antes, optaban por fútbol, en la mayoría de los casos, basket o atletismo, pero el balonmano, aunque sí que se practicaba, no era la primera elección de los más peques.

El impulso de tener a un equipo en Asobal y el trabajo que están haciendo desde el club a nivel social para llegar a los colegios y a las familias ha propiciado que la base del conjunto naranja supere ya los 400 niños y niñas -y eso sin contar los equipos escolares-. El BM Torrelavega cuenta actualmente con tres equipos infantil masculino, uno infantil femenino, tres cadetes masculinos, un cadete femenino, un equipo juvenil masculino y otro femenino, el sénior femenino y tres sénior masculinos: uno en Segunda Nacional, otro en Primera Nacional y el primer equipo en Asobal.

Ese vínculo que se está generando entre el primer equipo y los aficionados tiene que ver, entre otras cosas, en que los más pequeños tienen relación directa con sus ídolos en el trabajo que se hace desde las escuelas. El entrenador del equipo, Álex Mozas, dirige un equipo benjamín, Nacho Torrescusa, es el preparador físico del primer equipo y coordinador de la escuela, y los jugadores de Asobal, Facundo Cangiani y Javi Muñoz, también entrenan equipos benjamines.

Hemos charlado con los cuatro para que nos cuenten cuándo comenzaron a entrenar y por qué creen que es tan importante conseguir crear ese vínculo entre los jugadores y staff del primer equipo en Asobal con los niños y niñas de la escuela.

Álex Mozas, entrenador del primer equipo

“Yo empecé a entrenar cuando era cadete, con quince años, y ahora tengo 38 años, con lo cual llevo 23 años entrenando, y lo mejor de todo es que he tenido la suerte de pasar por todas las categorías, desde prebenjamines hasta Asobal”. También he entrenado en selecciones territoriales de Madrid y también la selección nacional júnior, así que me considero un afortunado en ese sentido por la trayectoria que llevo hasta ahora”.

Con respecto a la importancia de la base en el BM Torrelavega y su evolución estos últimos años, Mozas asegura “yo llegué en una época donde no había muchos entrenadores y creo que la evolución más importante que ha habido es que hemos podido traer buenos entrenadores cántabros, y si hace falta también de fuera de Cantabria que han sido claves para que haya evolucionado mucho la base del club. De hecho, ahora estamos en sectores cántabros prácticamente en todas categorías, todos los años, y creo que todavía hay muchísimo margen de mejora porque todavía estamos lejos de nuestro mejor nivel.

Sobre la importancia de tener jugadores del primer equipo en Asobal vinculados con la base, el míster considera que “por un lado, obviamente es necesidad por la falta de recursos humanos, pero también hay otra parte que evidentemente refuerza el vínculo y el sentimiento de club. Los chavales más pequeños entrenan con sus ídolos, como puede ser Fafa o como puede como puede ser José Carlos, cuando estaba, entre otros, y eso es muy importante y muy ilusionante para ellos. A mí lo que más me preocupa es generar un sentimiento de orgullo, de pertenencia al club, y creo que, con esa vinculación con el primer equipo desde la base, se consigue. Ese es uno de los grandes objetivos que tenemos con esta forma de trabajar y con esta actuación que estaos haciendo con la base del club”.

Javi Muñoz, jugador del primer equipo

“Yo llevo jugando y entrenando a balonmano unos 20 o 21 años, desde los 10 u 11 años que empecé, hasta ahora que tengo 31 años. Creo que la base y la cantera es súper importante para todos nosotros, a la vista está que están llegando jugadores de la base al primer equipo y yo creo que es lo más bonito porque son los comienzos. Hay que tratar muy bien a la base, cuidarlos mucho, mimarlos mucho, que aprendan de este deporte y los que tenemos más experiencia, tenemos que enseñarles”.

Aunque es un recién llegado al club para esta temporada 2023/24, el jugador madrileño entrena a un equipo en la base del club naranja. “La relación de los jugadores de Asobal con los más pequeños siempre tiene que ser muy cercana, muy especial, yo lo viví en su momento cuando veía a los jugadores de Asobal como héroes, como referentes, recuerdo que, en mi ciudad, en Alcobendas, eran mis referentes y ahora serlo yo para muchos niños es muy ilusionante”.

Fafa Cangiani, jugador del primer equipo

“Yo llevo más o menos cuatro años dando clase, cinco, en realidad, pero el año del Covid tuvimos que parar obviamente. Estoy muy contento de poder ser parte de la cantera del club, de las categorías inferiores y de las escuelas que se involucran con el club. Es un trabajo muy gratificante el poder ver a los niños jugar, divertirse e involucrarse con el BM Torrelavega. Eso me pone muy feliz y por eso lo hago, porque lo disfruto”.

Sobre el hecho de que los jugadores del primer equipo entrenen en la base, el argentino considera que “es fundamental que los jugadores se involucren con el trabajo en la base del club, la relación que tenemos con los chicos es muy cercana, nos los cruzamos por Torrelavega, vienen a vernos todos los partidos… los jugadores somos sus modelos a seguir”.

Fafa es uno de los jugadores que más tiempo llevan en el club y que han experimentado su crecimiento, desde el ascenso a Asobal, hasta la permanencia y el gran momento que vive el club en la actualidad. “Son niños y niñas de entre seis y diez años, muchas veces me dicen ‘este es mi jugador favorito’ o ‘que bien lanza este otro’ o ‘quiero ser como tal jugador’... está buenísimo que tengan tanta información sobre balonmano desde tan pequeños y que crezcan viendo a los jugadores de la máxima categoría y alentándonos en los partidos, somos un ejemplo para ellos”.

Nacho Torrescusa, preparador físico del primer equipo y coordinador de la escuela

“Mi experiencia como monitor comenzó cuando tenía dieciséis años, ya con quince colaboraba con la escuela de balonmano en Alcobendas, que es el club donde yo empecé a jugar al balonmano, pitando partidos los viernes y sábados y ya el año siguiente con 16 empecé como monitor con un grupo de benjamines y mini benjamines. Ahora tengo 29 así que llevo más de 10 años en el mundo de las escuelas, también he estado entrando a otros equipos de otras categorías como infantiles y cadetes y, en el BM Torrelavega, mi principal desempeño profesional es la coordinación de la escuela y la preparación física en alto rendimiento con la que también llevo varios años”.

Como enlace directo entre primer equipo y escuela, considera que “para nosotros es esencial que los jugadores del primer equipo de Asobal se vinculen con la escuela, es uno de los aspectos esenciales de nuestra filosofía y de nuestra metodología. Los jugadores son el reflejo que tienen esos chicos y chicas y que esos jugadores del primer equipo de Asobal se involucren siendo monitores y también eventos puntuales como el Balonmano en la Calle, la fiesta de Navidad o el Día del Club refuerza esa integración que tenemos y esa idea de club que tenemos nosotros desde los más pequeños a los más mayores”. “Tratamos de sembrar en el primer equipo y hacerles ver esa importancia que tienen ellos para esos niños, ya se han dado casos de de niños y niñas que acuden al al pabellón a los partidos pidiendo sus camisetas, pidiendo firmas, con el álbum de cromos, con carteles para sus monitores como Fafa, por ejemplo, e incluso se han dado casos hasta de una niña que se disfraza de su jugador favorito, que era su entrenador de la escuela, en Halloween; entonces ese tipo de cosas para nosotros son clave”.

De cara a la próxima temporada, la previsión es que aumente el número de niños y niñas y que se supere con creces la cifra de 400: “Ahora estamos en la etapa de captaciones en los colegios, que consiste en ir a los coles con la colaboración de las AMPAS y los profesores de educación física para poder clase dar clase y enseñar nuestro deporte a los niños y niñas en edades tempranas. Tenemos ya más de ocho equipos jugando mini balonmano y queremos darles a los niños una herramienta más, que es una competición, una herramienta más en el desarrollo que queremos fomentar con los niños.

“Creemos que jugar un partido, con árbitros, aprender las reglas y estar en un entorno competitivo les puede servir como medio de aprendizaje y tiene beneficios en el desarrollo de la pedagogía y la psicomotricidad, en el esquema motriz de los niños, y que experimenten situaciones que se dan en la competición para aprender cómo manejar ciertas frustraciones y que algo no me salga bien, son aspectos que se dan también en la vida. Es uno de los beneficios más que tiene el hecho de hacer un deporte de equipo en un ambiente sano, en el que se fomenta el respeto por el deporte, por los compañeros y esa búsqueda de a través de la actividad física y el deporte de esos beneficios positivos”.

La Marea Naranja inunda Torrelavega
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