A medida que los planes de vacunación suceden con éxito tanto en Europa como en otras partes del mundo, encontramos que es momento de volver a mirar hacia el futuro y poder proyectarse de manera diferente. ¿Cómo se puede hacer para dejar atrás la crisis que trajo aparejada la pandemia de Coronavirus? Por suerte, el sector financiero vive un momento de gran digitalización, por lo que las oportunidades se encuentran a disposición tanto de los grandes como de los pequeños ahorristas. En la siguiente nota nos centraremos en una opción que puede ayudarte.
Si bien aún puede resultar un tanto temprano para sacar conclusiones respecto al Covid-19 y los cambios que nos ha dejado en la vida cotidiana, podemos sacar la primera gran conclusión: invertir en el sector financiero ya ha dejado de ser una excepción o algo reservado para un nicho reducido y especializado de la población, sino que es un verdadero boom entre los españoles y españolas que buscan recuperar algo del tiempo perdido por la pandemia. Es por eso que en el siguiente nos centraremos en negociar ETF, una de las alternativas más elegidas de la actualidad.
En primer lugar, debemos tener bien en claro qué es un ETF. La sigla viene del término inglés "Exchange Traded Fund" que en otras palabras hace referencia a un fondo de inversión cotizado. Lejos de quedarse reducido a un solo tipo de instrumento financiero (como las acciones en la bolsa o las criptomonedas, por ejemplo), un ETF engloba en su interior un amplio abanico de mercados para realizar sus operaciones, lo que le permite al inversor tener otra perspectiva de negocios y rendimientos. Después de todo, las tecnologías vinculadas al sector financiero están en alza.
De esta manera, estamos haciendo referencia a un mercado que posee un valor de 3000 millones de dólares en transacciones, algo que compite de igual a igual con la liquidez del mercado Forex, otra de las alternativas más populares en España. Así entonces, un ETF es un fondo de inversión cuyo objetivo principal es realizar seguimientos personalizados sobre los rendimientos de un índice o activo financiero específico. Esto, claro, antes podía demandar demasiado trabajo y dedicación, por lo que quedaba fuera de las posibilidades del inversor o ahorrista promedio. Sin embargo, todo ha cambiado en la última década.
Con el surgimiento de las empresas del sector Fintech, las cuales se encargan de conectar lo último en demandas de soluciones financieras con lo mejor de los avances tecnológicos, hoy en día es posible operar desde cualquier lugar del planeta, así como también poder hacerlo en cualquier momento del día. Además, los ETF pueden especializarse en diversas ramas, como por ejemplo la Inteligencia Artificial: para quienes buscan invertir en uno de los sectores más pujantes del capitalismo en el siglo XXI pero no cuentan con los conocimientos necesarios, formar parte de un fondo de inversión cotizado es una solución tan práctica como inteligente, valga la redundancia.
En definitiva, las razones por las que cada vez más españoles y españolas acceden a este tipo de inversión es múltiple: mayor facilidad en el acceso a herramientas y conocimientos vinculados con el tema, así como también la necesidad de poder hacerle frente a una crisis macroeconómica sin precedentes en los últimos 100 años de la humanidad. Especialistas afirman que la digitalización del sector financiero ha sido una suerte de colchón para amortiguar la caída estrepitosa de las economías nacionales y privadas. En la misma dirección, consideran que este sector será el encargado de motorizar el esperado crecimiento pospandemia.
