viernes. 26.04.2024

La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha impuesto a Renfe una multa de 65 millones de euros por poner trabas a sus competidores en tráfico de mercancías en tren, una "infracción" con la que "obstaculizó" el proceso de liberalización de este mercado que España inició en 2005 y provocó el consiguiente encarecimiento de los productos que se transportan por ferrocarril.

Se trata de la mayor multa que 'superregulador' ha puesto a una sola empresa, y también la primera que dicta por obstaculizar la liberalización de un mercado.

En su resolución, la CNMC pone además una sanción de 10,5 millones de euros a Deutsche Bahn y a un grupo de empresas filiales de esta operadora pública alemana por ser partícipe de esta obstrucción a la competencia en España alcanzando distintos acuerdos con Renfe.

En concreto, esta segunda sanción ha recaído en las empresas del grupo alemán Transfesa Rail, Pool Ibérico Ferroviario, Hispanauto, Semat, Deutsche Bahn Ibérica Holding, DB Mobility Logistics y DB Schenker Rail Deutschland.

El organismo considera "acreditado" que Renfe, con la colaboración de estas empresas, ha cometido infracciones "continuadas" de la Ley de Defensa de la Competencia española

El organismo que preside José María Marín Quemada considera "acreditado" que Renfe, con la colaboración de estas empresas, ha cometido infracciones "continuadas" de la Ley de Defensa de la Competencia española y del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea.

Renfe y su homóloga alemana Deutsche Bahn son dos de los principales operadores ferroviarios europeos. En el mercado español constituyen el primer y segundo operador de transporte de mercancías en tren, respectivamente, y conjuntamente copan el 80% de este mercado, pese a que se abrió a la competencia en 2005.

En algunos sectores, como es el transporte de vehículos o el siderúrgico, las dos empresas acaparan el 100% del mercado.

Status quo

A pesar de ello, la CNMC estima probado que ambos grupos ferroviarios públicos, a través de empresas filiales, "que teóricamente tenían que competir entre sí", han establecido distintas alianzas para restringir aún más la competencia y mantener su 'status quo'.

El regulador señala que suscribieron este tipo de pactos en el alquiler de locomotoras y de campas (zonas donde se almacenan los vehículos para su posterior carga en los trenes de mercancías) o en otros elementos y actividades imprescindibles para este tipo de transporte.

Se dio incluso la circunstancia de que aunque Trasnfesa, filial de Deustche Bahn, es la única empresa competidora de Renfe Mercancías con locomotoras propias, las "subarrendó a la propia Renfe, de forma que esta empresa se mantenía como única compañía con capacidad de tracción propia en el mercado español".

De su lado, Deutsche Bahn (DB) no empleaba sus propias locomotoras para transportar mercancías con origen o destino España, sino que las cedió a la operadora española a pesar de que ya tenía "locomotoras propias más que suficientes para cubrir sus necesidades".

Abuso de posición de dominio

Además de estos pactos, la CNMC ha probado asimismo un comportamiento de "abuso de posición de mercado" por parte de Renfe, al "discriminar comercialmente" a competidores privados, "particularmente a los miembros de la Asociación de Empresas Ferroviarias Privadas (AEFP)".

La reducción de la plantilla constituye uno de los ejes del plan estratégico de Mercancías

La operadora pública ofrecía a estos operadores condiciones distintas de las que acordaba con las empresas de Deustche Bahn. Además, no penalizaba a Grupo Transfesa en el caso de que le anulase servicios contratados para el transporte de mercancías, multas que sí imponía a otras compañías ferroviarias.

Escaso mercado

España abrió a la Competencia el transporte en tren en España en enero de 2005. En estos dos lustros, los operadores privados que entraron en este mercado, entre los que destaca algunas constructoras, se han hecho con una cuota 29,5%, según un reciente estudio de la CNMC.

El 70% lo sigue ostentando Renfe, a pesar de que su negocio mantiene una tendencia decreciente desde hace años y es el único en pérdidas de la compañía ferroviaria, que recientemente comenzó a negociar con los sindicatos un ajuste de unos 150 trabajadores mediante recolocaciones y bajas incentivadas.

No obstante, el negocio de transporte de mercancía en ferrocarril en España es muy recudido, dado que el tren sólo transporta el 5% de la carga que se mueve en España.

Renfe Mercancías

La noticia de la sanción de CNMC se produce al mismo tiempo en que la compañía ha anunciado que prevé ajustar en unos 425 empleos, esto es, en un 30,8%, la plantilla de Renfe Mercancías en un periodo de tres años, a cuyo término esta división de transporte de mercancías en tren contará con unos 950 trabajadores, frente los 1.374 efectivos que tenía al cierre de 2016.

La medida forma parte del plan estratégico 2017-2019 que la compañía puso en marcha el pasado mes de enero con el fin de garantizar la rentabilidad futura de este negocio, actualmente en pérdidas, y que cuenta con el respaldo de los sindicatos de la compañía, según informó su presidente, Juan Alfaro.

El ajuste de personal de Renfe Mercancías, que la operadora considera está "sobredimensionado", se abordará a través de medidas no traumáticas, esto es, mediante bajas voluntarias y el traspaso de trabajadores a otras divisiones de la compañía.

La reducción de la plantilla constituye uno de los ejes del plan estratégico de Mercancías, desvelado este lunes por el presidente de la operadora a raíz de la multa impuesta por Competencia a este negocio.

Renfe cerró 2016 con una pérdida de 33 millones de euros

El resto de pilares de la estrategia son el rediseño de la política comercial de Renfe Mercancías con el fin de captar más tráficos, y reducir su cartera de activos y participaciones.

En este sentido, Alfaro desveló que Renfe tiene colgado el cartel de 'se vende' en las participaciones que ostenta en las firmas con las que Competencia le acusa de haber pactado para obstaculizar la competencia en el sector, liberalizado en España desde 2005. Se trata de Transfesa y Semat, ambas filiales de la alemana Deustche Bahn y especializadas en tráfico de vehículos.

Además, Renfe Mercancías también soltará lastre de activos propios. En concreto, prevé traspasar locomotoras a la filial Renfe Alquiler de Material, una firma a la que otros operadores competidores pueden acudir para arrendarlas.

Break Even

Estas desinversiones permitirán a la operadora mantener su objetivo de superar las pérdidas y cerrar con equilibrio sus cuentas ya en este año 2017, y a pesar de la multa de 65 millones impuesta por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).

Por un lado, la operadora recurrirá la multa a la Audiencia Nacional, a la que además pedirá que deje en suspenso su pago hasta que pronuncie su decisión final.

Asimismo, prevé anotarse las provisiones por la multa en las cuentas de 2016, que actualmente está reformulando, y además amortiguarlas con beneficios extraordinarios procedentes de ventas de activos y ajuste de personal.

La estrategia de Renfe Mercancías contempla que una vez logre el 'break even' en 2017, "gracias a estos extraordinarios", ya en 2018 se consigan las primeras ganancias operativas, esto es, impulsadas por el crecimiento del negocio, y tomar "velocidad de crucero" en 2019.

Renfe cerró 2016 con una pérdida de 33 millones de euros, si bien el nuevo equipo gestor de la compañía que lidera Alfaro tiene actualmente en revisión y formulación las cuentas del pasado año de la operadora, que en el caso del grupo arrojarán pérdidas en vez del segundo beneficio de la historia de la compañía como inicialmente se estimaba, y unos mayores 'números rojos' para Mercancías.

Ello será consecuencia de incluir distintas provisiones, la de la multa de Competencia en el caso de Mercancías, y la de la exposición de Renfe en las sociedades constituidas con Fomento, Adif y los ayuntamientos de distintas capitales para la integración del AVE en las ciudades, dado que estas firmas están todas quebradas.

Renfe mercancías ha perdido un 30% del mercado del transporte de carga en tren desde que el sector se abrió a la competencia en 2005. A pesar de copar un 70% del sector su actividad ha ido descendiendo, como consecuencia, según la empresa, a que el negocio de tráfico de mercancía en ferrocarril también lo ha hecho, a favor del camión. En la actualidad, sólo el 3% de la carga que se mueve por el país lo hace en ferrocarril.

Competencia multa a Renfe con 65 millones por obstaculizar la liberalización del...