Alrededor de un centenar de trabajadores de los Servicios de Urgencia de Atención Primaria (SUAP) de Cantabria se han concentrado este viernes frente a la sede del Gobierno autonómico tras aprobar en asamblea por unanimidad continuar con la huelga, convocada del 23 al 27 de mayo, para pedir a los responsables que intercedan en un conflicto "en el que, a día de hoy, no se ha conseguido ningún tipo de avance".
La concentración se ha trasladado posteriormente al Ayuntamiento de Santander, aprovechando un acto de partido del PRC, donde el candidato a la Alcaldía, Felipe Piña, ha recogido las reivindicaciones del colectivo para trasladárselas al presidente y al vicepresidente, Miguel Ángel Revilla (PRC) y Pablo Zuloaga (PSOE), respectivamente, entre las que se encuentra la compensación por vacaciones no disfrutadas.
Según ha explicado la presidenta del sector de sanidad de CSIF, Margarita Ferreras, en declaraciones a Europa Press, el colectivo también ha planteado a Piña los "mínimos abusivos" de los SUAP que ha "impuesto" el SCS para los días de huelga en Santander que, ha advertido, se va a quedar "con dos médicos".
Esta movilización se produce un día después de la reunión del comité de huelga con el Servicio Cántabro de Salud (SCS) y la Gerencia de Atención Primaria, que presentaron un plan de vacaciones que, a juicio del colectivo, "no cumple de lejos las expectativas" planteadas en el conflicto. Ferreras ha indicado que, si la Administración "no rectifica o no contempla algunos puntos, que son muy concretos o muy pequeños" para llegar al acuerdo, se verán abocados a iniciar la huelga el día 23.
Según ha explicado, el documento del plan de vacaciones presentado para el personal de los SUAP no recoge "que si te privan del derecho a tus vacaciones se te compense con un extra de vacaciones o una retribución económica", como contempla el acuerdo, en vigor desde 2004. "La Administración no está dispuesta a comprometerse a aplicarlo, cosa inconcebible", ha añadido Ferreras, que ha dicho que hay "otros puntos" a negociar en relación de las condiciones de trabajo, que "no quieren poner en el documento de la salida de huelga" pese a que "serían a tratar a partir de septiembre".
Finalmente, ha indicado que la huelga precede a las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo y será "un punto de inflexión". "El colectivo está dispuesto a demostrar que no se nos puede tomar el pelo", ha apuntado.
