domingo. 28.04.2024

Hace casi seis años, en agosto de 2017, el entonces jefe del Servicio de Cultura del Ayuntamiento de Santander, Enrique Álvarez, publicaba una polémica opinión en El Diario Montañés contra el Islam. Lo ocurrido generó tal ola de reacciones en contra que el contenido de esta columna fue llevado a un pleno municipal. Álvarez dejó su cargo en 2020, pero eso no le impide seguir escribiendo, de nuevo en el mismo medio. En esta ocasión, contra lo que él considera ideas de “la izquierda”, concretamente sobre la retirada de la película ‘Lightyear’ de la programación del cine de verano de Santa Cruz de Bezana.

Álvarez califica de “rasgado tremebundo de vestiduras” las voces que se han alzado contra esta retirada de la película 'Lightyear'

Bajo el título ‘La censura es mía’, el que fuera jefe del Servicio durante 33 años en Santander defiende la decisión del equipo de gobierno municipal de Bezana, formado por PP y Vox, de retirar la citada película, en la que tan solo hay un breve beso entre dos mujeres, pareja y madres de una niña. Álvarez comienza reconociendo que “el supuesto motivo de la retirada” de este film (que ha sido vetado en países de Oriente Medio) es el “contenido lésbico de algunas de sus escenas”, para añadir que “no he visto esa película”. En realidad, el famoso beso de esta película de Disney-Pixar es cuestión de segundos.

“El incidente, como era de prever, le viene como anillo al dedo a nuestra izquierda para ir abriendo boca en el festín que esperan en los próximos meses”, continúa el autor en referencia a las reacciones contrarias a la decisión del gobierno municipal, acusando a aquellos que defienden estas posturas de “hipocresía de los resistentes” al calificar esta retirada de “censura”. A su juicio, “no se ha quitado a los creadores el derechos de exhibir su película ni a los espectadores el derecho de disfrutarlo en cualquier otra parte”, únicamente “se ha quitado de la programación de un centro cultural”, oportunidad que tenían muchos vecinos de Bezana de verla.

Álvarez califica de “rasgado tremebundo de vestiduras” las voces que se han alzado contra esta retirada que, como apunta el exjefe del Servicio de Cultura santanderino, ha tenido repercusión a nivel nacional. Y tras esto, la defensa de la decisión de PP y Vox: “este concejal pensó, quizá, que no era adecuado que vieran esos besos” los niños y niñas que acudirían a la proyección. De hecho, se pregunta si “¿de verdad se les priva?” a los menores de “una lección edificable sobre tolerancia y derechos LGTBI”.

En este sentido, apunta que “en estos últimos tiempos se ha hablado y aleccionado a nuestros niños y jóvenes” en esta materia, y se pregunta si no “se ha hecho en casi todas partes” una “didáctica tan masiva, tan sistemática y tan insistente como la del arco iris”.

LGTBI Y RELIGIÓN

Su argumento le lleva a poner frente a frente el cine LGTBI con el católico o espiritual, criticando que plataformas, televisiones y exhibidores llevan “años ofreciendo continuamente en su parrilla más y más paquetes de cine LGTBI”, criticando que “cada trimestre se produce y hasta se estrena alguna excelente película” de contenido religioso, “pero nunca o rara vez llega a esos canales, a esas plataformas, a esas salas de exhibición”.

Álvarez critica abiertamente que “la izquierda determina lo que las instituciones culturales deben promover y lo que no”, asegurando que “la izquierda ya lo tiene todo a punto para que, en cuestión de ideas, no se dé ni un paso atrás”, sin mencionar que dicha “resistencia”, como él la llama, busca preservar derechos y libertades por la igualdad de todos los colectivos.

El artículo termina defendiendo la decisión de PP y Vox afirmando que estaban “en su derecho”, y que “para eso ganaron unas elecciones democráticas, para cambiar un poquito la política educativa y cultural”.

En efecto, no es la primera vez que Álvarez se explaya contra un colectivo. En 2017 fue el Islam y todos aquellos que profesan la religión musulmana, asegurando que todo el Islam es “malo y perverso”. En aquel momento, aseguraba que esta religión “ha traído al mundo desde el minuto uno hasta el día de hoy, un sinfín de guerras, de odios y de divisiones irreconciliables”, llegando a comparar el Islam con el marxismo al considerar a ambos como “malos” que “tienen grandes virtudes”, pero que son “tapadera de terribles defectos”.

El exjefe de Cultura de Santander considera “hipocresía” que se califique de “censura”...
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