domingo. 28.04.2024

En las últimas elecciones municipales y autonómicas en Cantabria, Vox, al igual que ocurrió en prácticamente todo el territorio nacional, mejoró sus resultados, mostrando un crecimiento de la extrema derecha en la región, donde pasó de tres a 26 concejales en los ayuntamientos, y de dos a cuatro diputados en el Parlamento cántabro. Pero desde entonces, el partido parece estar experimentando una serie de rupturas que estarían provocadas por las ‘familias’ formadas en el seno de la estructura orgánica y las disputas por el control del partido en la región. Tanto es así que, según publica un medio regional, la dirección autonómica habría recurrido a un mediador nacional para tratar de poner orden.

Lo cierto es que los hechos se remontan prácticamente a un mes después de la noche electoral en la que la ultraderecha celebró su crecimiento. El 20 de junio, cuando España se preparaba para votar en unas elecciones generales adelantadas, el diputado de Vox en el Parlamento de Cantabria, Cristóbal Palacio, renunciaba a ser número 2 en la lista al Congreso de los Diputados horas después de anunciarse su candidatura. La decisión no tendría más trascendencia si no fuera porque nadie en el partido parecía estar avisado, lo que cogió con el pie cambiado, incluso, a la Dirección Nacional liderada por Santiago Abascal.

De hecho, Emilio del Valle, actual presidente de la formación en Cantabria y diputado en el Congreso durante la pasada legislatura y la que acaba de empezar, reconoció entonces que se había enterado de la renuncia “por un tweet”, y que desconocía las razones de una decisión que se produjo apenas 24 horas después de que la extrema derecha anunciara su nombre en la carrera al Congreso.

Desde entonces, varios han sido los desencuentros y disputas internas que han tratado de lavarse en casa, pero que han terminado por hacerse visibles en diferentes actos. El último y más significativo ha sido la cena de Navidad. Este tradicional evento de todos los partidos suele ser un reflejo de la situación de cada uno dentro de la organización. Por eso, resulta llamativo comprobar cómo las redes sociales del Grupo Parlamentario Vox han registrado el evento, ya que solo se han podido ver imágenes de la portavoz del mismo, Leticia Díaz, y de la diputada Natividad Pérez. Ni rastro de Palacio ni del otro integrante del Grupo, Armando Blanco.

Según la propia publicación, ninguno de los dos acudió a la cena, ya que “el Grupo Parlamentario estuvo representado” solo por Díaz y Pérez. No fueron los únicos. Según el citado medio, los asistentes se limitaron a 135, frente a los 400 comensales que hubo el año anterior. El propio Emilio del Valle ha reconocido su malestar por la destacada ausencia de los dos diputados, que “deberían haber ido”, asumiendo además que “mi relación con ellos no es buena”.

El enfrentamiento entre estas dos ‘familias’, una encabezada por Palacio y Blanco, y otra por Del Valle y Díaz, parece haber ido minando por dentro el partido de extrema derecha en Cantabria con las decisiones de los últimos meses, desde la elección de la candidata a las elecciones autonómicas (Leticia Díaz) hasta la estructura de la nueva Ejecutiva autonómica, que actualmente encabeza Emilio del Valle.

Es este último el que ha pedido ayuda a Madrid ante el cariz que ha adquirido la situación, según publica el citado medio, afirmando que Del Valle ha reconocido que “la división es cada vez más enconada”. La solución de la dirección nacional, en un primer momento, ha sido la de mediar entre ambas ‘familias’ con un representante que trate de poner paz entre ellas.

La división interna podría estar teniendo otros efectos más allá de representaciones públicas como la de la cena de Navidad. El pasado fin de semana la cabeza de lista del partido ultraconservador en Meruelo, Noemí Muñoz, presentaba su “renuncia irrevocable” tanto a su cargo en el municipio como a su afiliación a Vox. No han trascendido los motivos, y fuentes del partido apuntan a un simple alejamiento de la política tras no lograr entrar en el Ayuntamiento, donde solo tienen representación PP y PRC.

Y dado que la fractura se ha producido, principalmente, en el Grupo Parlamentario, el funcionamiento de cara al Hemiciclo cántabro se está viendo afectado, como ha ocurrido con las enmiendas al Presupuesto, en las que apenas ha participado una quincena de agrupaciones municipales.

Con todo, desde Vox tratan de ofrecer una imagen de fortaleza y unidad a través de sus mensajes públicos e institucionales, siempre fieles a las consignas habituales de esta formación de extrema derecha. Junto a las imágenes de la cena de Navidad se publicaron textos en los que se puede leer: “Se agradeció la labor de todos aquellos que trabajan, incansablemente, en la defensa de España” y “¡Juntos somos más fuertes!”, algo que no parece coincidir con lo que puede verse en las fotografías.

Las ‘familias’ de Vox discuten en Navidad por el control del partido en Cantabria
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