Los 2.870 beneficiarios de la Renta Social Básica (RSB) en Cantabria comenzaron en abril del 2022 a percibir una prestación extraordinaria, que se traducía en un incremento de algo más de 70 euros de la RSB, para hacer frente a los efectos económicos derivados del alza de precios de energía y suministros básicos, provocada por la guerra de Ucrania. La medida, que suponía una subida del 15% de la RSB, fue aprobada en Consejo de Gobierno el 31 de marzo de 2022, prolongada por el Gobierno Regional (PRC-PSOE) hasta finales de ese mismo año y, posteriormente, en enero de 2023, el Ejecutivo (PRC-PSOE) extendió de nuevo la ayuda extraordinaria durante todo el año 2023. De modo que la renta social básica mantendría la subida del 15% hasta final de este año 2023, sin embargo la sorpresa para los beneficiarios ha llegado este mes de octubre cuándo han visto que no se les ha abonado dicha cuantía.
La Renta Social Básica se trata de una ayuda autonómica de 496 euros de media, que se incrementó en ese 15% para paliar los efectos económicos provocados por la guerra de Ucrania. Una prestación extraordinaria muy significativa para los beneficiarios, que pasaban de percibir unos 496 euros a recibir unos 70 euros más, que han quitado sin previo aviso cuando la medida estaba aprobada durante todo el 2023.
La realidad de los nuevos presupuestos ya ha dejado más polémicas desde que se presentaran los mismos el pasado martes al incluir un aumento del sueldo de la presidenta de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, y los consejeros del Gobierno (PP) en un 20%. Un incremento retributivo de casi un 20% al que posteriormente Buruaga renunció debido a la presión social y las críticas tanto de los ciudadanos como de la oposición formada, precisamente, por los anteriores socios del Gobierno de Cantabria (PRC y PSOE), que durante 16 años no aumentaron nunca sus salarios.
