domingo. 28.04.2024

Keruin Martínez lidera la candidatura de Izquierda Unida y Podemos al Ayuntamiento de Santander. El pálpito en la calle, le permite tener buenas sensaciones de cara a los comicios que enfrenta con un mensaje claro, desde la coalición “aspiran a gobernar”.

¿Qué balance hace de la legislatura que ahora termina?

Hago un balance en dos sentidos. En el interno, por la parte que nos toca, creo que hemos hecho un buen trabajo, para tratarse de una situación en la que solo tenemos un concejal, creo que hemos hecho muchas propuestas, hemos llevado muchas mociones al pleno, muchas de ellas de fondo, de calidad, otras más simbólicas también y en ese sentido el balance es muy positivo. Con muy poco hemos hecho mucho. No obstante, la realidad del Pleno del Ayuntamiento de Santander y en general de la política local, puede llegar a ser frustrante porque más allá de que sean buenas y numerosas las propuestas que hagas, te das contra un muro porque la otra parte a pesar de que se acuerden en Pleno y se aprueben, tienen cero o nula voluntad de llevarlas a cabo, con lo cual a veces te quedas como estás. Aun cuando tus propuestas se aprueban en Pleno, no se llevan a término.

En otro sentido más amplio, creo que es una legislatura perdida. Es cierto que ha habido una pandemia, que está habiendo una guerra, que ha habido una serie de circunstancias ajenas a la dinámica local que han influido en la legislatura pero considero que es perdida, porque Santander sigue en un callejón sin salida, sigue suspendida en el tiempo. Santander va 25, 30 años tarde respecto a otras ciudades, respecto a la realización de medidas y políticas fundamentales para modernizar la ciudad y ponerla a la altura de los tiempos, de modo que esté en condiciones no solo de solucionar problemas concretos, enquistados en el día a día, sino también de poder afrontar retos que ya están encima de la mesa, que tienen que ver con la sostenibilidad, el cambio climático, la pérdida de población, el envejecimiento y otras tantísimas cosas.

¿Cuáles son las propuestas que presentáis en vuestra candidatura para cambiar Santander y transformarla?

Tenemos un catálogo de propuestas bastante amplio y lo que sí creemos es que hay que actuar a dos velocidades. Una larga, pensando en el medio plazo y en esa es necesario plantear políticas de fondo que son más lentas, más difíciles de llevar a cabo también y otra serie de políticas que encajan en el corto plazo, en el día a día. Para eso nos hemos propuesto actuar sobre cuatro ejes fundamentales; uno principal, importantísimo, los servicios públicos. Santander adolece de una buena gestión de servicios públicos, lo cual es dramático porque la principal función de un ayuntamiento es proveer de unos buenos servicios públicos a los vecinos y vecinas de la ciudad, y otro que cada vez entendemos que es un problema de más peso que es la vivienda. ¿Qué ocurre con la vivienda? Porque más allá de un bien de mercado, de una mercancía al uso, va aparejada al reconocimiento de un derecho fundamental y estamos en una  situación en la que muchas personas no pueden acceder a una vivienda en buenas condiciones, y a eso se le puede poner remedio desde ya.

Los ejes a largos plazo tienen que ver con urbanismo y movilidad, principalmente. Son las grandes transformaciones pendientes en la ciudad, y van a requerir de más tiempo, más consenso, pero que no se pueden seguir postergando durante más tiempo.

Recientemente ha salido publicado un estudio que hablaba de Oviedo como la ciudad más limpia de España y en el mismo, Santander descendía en puntuación en este aspecto, ¿qué se puede hacer para remediar esta concepción que tienen los ciudadanos de su propia ciudad?

Lo primero, no hace falta un ranking porque todos lo vemos día a día y es sentido común ya que Santander está sucia y deteriorada y en algunos casos decrépita, podemos decir. Nosotros ya hemos propuesto un servicio básico que tiene que ver con la recogida de basuras, con limpieza y eliminación de residuos y hemos propuesto, dado que el modelo que se ha utilizado hasta ahora en la gestión de ese servicio público ha fracasado, andar en otra vía, en otro sentido.

Nuestra propuesta de fondo es la remunicipalización, recuperar el servicio público para la gestión directa, pero también entendemos que eso requiere más tiempo, hay que tener en cuenta más elementos jurídicos y administrativos pero mientras tanto y como un paso previo hacia esa dirección, hemos propuesto ya que se realicen los estudios pertinentes para valorar la viabilidad de la creación de una empresa pública, lo que supondría garantizar la estabilidad del servicio, abaratar costes y garantizar la  estabilidad de las plantillas y permitiría también una organización directa y más eficaz del servicio. Un ejemplo, hay momentos puntuales en los que hace falta actuar de una manera distinta con el servicio, por ejemplo en fiestas, en la Semana Grande, eso muchas veces no se hace de manera adecuada porque en el pliego de la concesión no se contemplan ese tipo de cosas y la misma administración se queda sin el margen de maniobrabilidad para atender esas eventualidades. También entender que hay un crecimiento de la ciudad hacia determinadas zonas y hace falta plantear una forma de dar el servicio diferente porque ha cambiado la circunstancia y eso muchas veces en los pliegos no se contempla tampoco y te encuentras con situaciones estrambóticas.  

Son sus primeras elecciones como candidato. ¿Cómo vive esta campaña a nivel personal?

Es agotadora porque tengo dos trabajos y bastantes responsabilidades en ellos, también tengo vida personal que se resiente…pero desde el punto de vista político y social estoy verdaderamente entusiasmado. Personalmente, porque estoy aprendiendo muchísimo. El contacto directo con los vecinos es un bálsamo para cualquier tentación politiquera y luego el estudio mismo de las cuestiones propias del municipio también me están suponiendo un gran aprendizaje y por otra parte también creo que estamos consiguiendo generar cierta ilusión en el electorado de izquierdas, que está muy apagado, lo cual también me da mucho miedo, mucho vértigo, porque es una responsabilidad muy alta, muy grande. Siempre digo que no tengo miedo a fracasar pero si tengo miedo defraudar.

¿Qué valoración hace de la gestión del equipo de Gobierno?

En la línea de lo que dije antes. Creo que es una legislatura perdida, el gobierno de coalición ha demostrado ser muy disfuncional, no ha habido una hoja de ruta común entre los dos socios  y eso se ha traducido en la ausencia de una política coherente para la ciudad.

¿Qué sensaciones tienes de cara a estas elecciones?

Las sensaciones son muy buenas porque entre otras cosas, algo se mueve, soy muy cauto porque a veces nos movemos en una cámara de eco, en ambientes con gente más o menos afín y se genera una burbuja que es muy pequeñita, el mundo está ahí afuera, la ciudadanía está ahí afuera, pero tengo buenas sensaciones, porque al menos esa parte de nuestro mundo de la izquierda en Santander creo que se está activando, lo cual es una buenísima noticia, pero también creo que el resto de santanderinos y  santanderinas, el resto de la vecindad de Santander, con la que nos vamos reencontrando y nos vamos reuniendo, también ve con buenos ojos nuestras propuestas y creo que si seguimos esta línea de seriedad y rigor, de mucho trabajo, y eso se ve, vamos a conseguir que confíen en nosotros. Hasta donde lleguemos ya se verá.

¿Qué supone para la izquierda ir con una papeleta única después del acuerdo alcanzado con Podemos?

Supone que a nivel institucional, que no es el único espacio de trabajo político, haya una representación que dé continuidad a las demandas sociales. Supone que haya una conversación pública, en un espacio público como el pleno en torno a cuestiones que son social, política y culturalmente fundamentales para nosotros y que en caso de no estar nunca se llegaría a hablar de ellas.

¿Estaríais abiertos a cerrar un pacto para vivir un cambio en el Ayuntamiento? ¿Estaríais dentro de este Gobierno?

Por supuesto. Lo hemos dicho en reiteradas ocasiones, no solo hemos dicho eso sino que nosotros aspiramos a gobernar. Porque primero, somos la garantía de que se den las condiciones para ese cambio, porque nosotros no vamos a vacilar pero también aspiramos a gobernar porque es la garantía de que nuestras propuestas políticas se transformen en políticas públicas.

¿Cree que la situación política nacional puede condicionar el voto de la población en estas elecciones?

Sí y en las circunstancias actuales es una pena, porque lo que nos llega a nivel nacional es mucho ruido, y el ruido no ayuda, entorpece un montón sobre todo porque afecta al ánimo, desincentiva y desmotiva y a veces por el centralismo mediático madrileño no podemos escaparnos del todo de esos efectos y por muy buen trabajo que estés haciendo en lo local, muchas veces ese buen trabajo se ve lastrado por dinámicas que son ajenas, más en una organización federal como Izquierda Unida.

“Creo que es una legislatura perdida, el gobierno de coalición ha demostrado ser muy...
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