La Policía de Santander ha interceptado este domingo, dos veces en menos de una hora, al conductor de un turismo que triplicó la tasa de alcohol en ambas ocasiones.
Primero fue sorprendido a las nueve y media de la mañana en la Avenida San Martín del Pino, después de que se recibiera una llamada informando de que un conductor estaba en la citada calle realizando maniobras con evidentes signos de embriaguez.
Tras superar en más del triple la tasa de alcohol, se instruyeron diligencias contra él como investigado por un supuesto delito contra la seguridad vial y su vehículo fue retirado por una grúa al depósito municipal de Ojaiz.
No había transcurrido una hora cuando, a las 10.25 horas, los mismos agentes le volvieron a sorprender conduciendo otro turismo en la calle Adarzo, volviendo a triplicar de nuevo la tasa de alcohol, por lo que se instruyeron unas segundas diligencias por el mismo delito y el vehículo fue retirado al depósito de Ojáiz.
Por otro lado, la madrugada del sábado colisionaron dos turismos en la calle Resconorio y uno de ellos salió despedido a la acera, causando daños en una farola.
Su conductor, de 24 años y que resultó ileso, no tenía vigente el permiso por pérdida total de puntos y, además, dio positivo en alcoholemia, por lo que se instruyeron diligencias contra él en calidad de investigado por un supuesto delito contra la seguridad vial .
Asimismo, resultaron heridos leves el conductor del otro vehículo y un pasajero del primero, que manifestaron su intención de acudir por sus medios a un centro sanitario.
Además, el sábado por la tarde el conductor de un furgón, de 62 años, triplicó la tasa de alcoholemia en un control realizado en la calle Los Ciruelos, instruyéndose diligencias como investigado por un supuesto delito contra la seguridad vial.
Por último, este domingo la Policía instruyó diligencias contra un hombre y dos mujeres por supuestos delitos de hurto y receptación, respectivamente; al primero por vender abrigos que aún tenían colocadas las alarmas de seguridad de un establecimiento comercial cercano, y a las segundas por comprarlos.
El hombre, de 61 años, se encontraba en las escaleras de la Plaza de la Esperanza, donde los agentes le identificaron tras observar que vendía los abrigos, valorados en 120 y 90 euros, a las dos mujeres, de 66 y 68 años.
