Aunque parezca increíble, un modelo de segunda mano de Peugeot 205 puede ser más caro que un Ferrari de primer propietario. Es el caso del Peugeot 205 Turbo 16. Un modelo del mítico 205 de la marca francesa muy codiciado por los aficionados a la competición.
La creación de esta versión en la primera mitad de los años 80 se basó en el que se necesitaba para competir en el Grupo B del Mundial de Rallyes y para ello debía homologar 200 unidades para calle del coche que iba a competir. Una bestia de 300 caballos que, preparada para competición, podría superar los 500.
El motivo de su alto precio -puede alcanzar los 300.000 euros- es que, dado la escasez de vehículos que se fabricaron, resulta muy complicado encontrar uno que no haya competido nunca en el Campeonato del Mundo, por lo que si tienes un Peugeot 205 Turbo 16 y nunca lo has utilizado para la competición, que sepas que puedes hacer rico.
Actualmente, en Europa, se tiene registro de dos vehículos a la venta de este modelo que no hayan competido y su precio, por ejemplo, es superior al de un Ferrari 296 GTB recién salido del concesionario.
