La tortilla de patata es el plato estrella de cualquier mesa. Eso sí, aunque gusta prácticamente a todo el mundo, siempre hay debates, y en algunos casos muy acalorados. Más hecha o menos hecha, con cebolla o sin cebolla… Y no digamos ya cuando hay que elegir la mejor tortilla. Ahora la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha publicado un informe sobre las características que diferencian este preciado alimento a base de patatas y huevos, y teniendo esto en cuenta, ha elegido las mejores tortillas de patatas de los supermercados.
En concreto, de todas las tortillas analizadas, la OCU elige dos por su diferente tipo de envasado y preparación. Por un lado, la de ‘La Cocina de Senén’, una “tortilla congelada, muy diferente, no se puede comparar al resto. Muy bien valorada en la degustación”, señala la Organización, que también apunta su precio: 12,43 euros el kilo. Por otro lado, destaca la tortilla de Aldi, en este caso refrigerada con cebolla caramelizada y huevos camperos. “La mejor de las tortillas refrigeradas”, incida la OCU, siendo el precio de 3,98 euros el kilo.
Para elegirlas, el informe recoge varios aspectos que se han tenido en cuenta, destacando, en primer lugar, los aditivos y el sabor. La OCU reconoce que, a la hora de comprar este producto, hay “muchas para elegir”, sobre todo de marca blanca, sobresaliendo por su cuota de mercado la de la marca Hacendado de Mercadona y la de Palacios.
Atendiendo al valor energético, la que destaca es la de Aldi al tener menos valores calóricos. En el lado opuesto estarían las de Auchan. Respecto a la sal, Fuentetaja es la que tiene un mayor valor, y Palacios la que menos.
Eso sí, la OCU deja claro que los expertos cocineros con los que se ha contado para este informe coinciden en señalar que “las tortillas preparadas son productos muy poco jugosos; se parecen más bien a bloques compactos donde la patata y la cebolla pecan de dureza y el huevo se encuentra excesivamente cuajado”.
En este sentido, hace una distinción con los productos de La Cocina de Senén, ya que es una “tortilla muy diferente al resto y, por lo tanto, no es comparable”. “Es un producto congelado, que tiene la apariencia de una gran gelatina rellena de patata, cebolla y huevo crudo, y que se aconseja terminar exclusivamente en sartén. Al ponerla en el fuego, se va cuajando el huevo a la vez que se deshace la gelatina y se mantiene la forma. El resultado es una tortilla jugosa, con una patata pochada, de textura agradable”, concluye el informe.
