viernes. 26.04.2024

Harto de estar harto ya me cansé...

Cuando ves como se acumulan las legislaturas y los problemas siguen ahí, e incluso crecen, arrastrarse con los mismos es como poner cadenas a los pies, las soluciones cada vez se ven mucho más complicadas

El tiempo se va acumulando cada año que pasa, sobre todo cuando se llega a cierta edad,  va llenando nuestra mochila, los achaques, recuerdos, problemas que con el paso del tiempo se parecen a un enfermedad crónica,... así cada vez es más complicado caminar con ese aumento de peso, acarrear la pesada carga nos supone un mayor esfuerzo, desgaste, los metros son más largos y las cuestas más empinadas.

Por ello, cuando ves como se acumulan las legislaturas y los problemas siguen ahí, e incluso crecen, arrastrarse con los mismos es como poner cadenas a los pies, las soluciones cada vez se ven mucho más complicadas. Cuando ya has vivido muchas experiencias, y sabes que las promesas son una hermosa colección de buenas intenciones, en el mejor de los casos, ya que muchas veces  son simplemente engaños, capotazos que nos llevan en la dirección inadecuada, caminos que no llevan a ninguna parte, otras veces es mucho más grave, te llenan los ojos de tierra, acaban echándote la culpa a tí, ya se sabe que en eso de tirar balones fuera, o colocar los problemas sobre los demás hay quienes son verdaderos expertos y genios en la materia, y encima te llaman ciego.

"Harto ya de estar harto, ya me cansé, de preguntar al mundo porqué y porqué ..." Uno recuerda allá por finales del siglo pasado y principio del presente cuando el hoy flamante Presidente de Cantabria era un Consejero, haciendo méritos para ser conocido, que tenía las responsabilidades de urbanismo, cuando se produjeron sucesos que han quedado en la negra historia de nuestra Comunidad. Fueron más de 30 sentencias de derribo, que instituciones que él presidía inclumplieron la legalidad vigente dando lugar a las mismas, con la cooperación necesaria de las administraciones locales, las sentencias caían una detrás de otra mientras las instituciones miraban al cielo, y silbaban como que no iba con ellos. Las consecuencias más de dos décadas después las siguen pagando familias que con toda su ilusión se gastaron los ahorros de una vida para tener en muchos casos una casita, un hogar donde pasar tranquilamente su jubilación. Hoy muchos de ellos ya no están sobre faz de la Tierra.

Ahora que volvemos a recibir la llamada del nuevo Gobierno para tratar una situación tan lamentable e injusta, el vacío que sentimos es enorme solo comparable al cansancio por tantos años pasados sin las soluciones prometidas

Ahora que volvemos a recibir la llamada del nuevo Gobierno para tratar una situación tan lamentable e injusta, el vacío que sentimos es enorme solo comparable al cansancio por tantos años pasados sin las soluciones prometidas. Hemos conocido tantos responsables políticos que han llevado el urbanismo en nuestra Comunidad que es tremendamente complicado tener alguna esperanza, desde el propio Miguel Ángel Revilla gen del problema, sus consejeros José Vicente Mediavilla y el flamante diputado hoy en el Congreso, José María Mazón, cómo no recordar a los dos últimos que pusieron tanta ilusión personal, pero al final fue la obra de una historia inacabada, Javier Fernández y Rosa Eva Díaz Tezanos...ahora toma el relevo José Luis Gochicoa y al que le deseamos todos los éxitos posibles y ojalá sea el último con el que tengamos que reunirnos.

Seguro que los lectores comprenderán el pesimismo, el cansancio incluso la desolación que produce ver cómo el tiempo se va comiendo nuestras vidas, tantos amigos que se han quedado ya definitivamente en el camino, sin culpa, ni responsabilidad alguna, y cientos de familias siguen después de más de 20 años esperando que se haga justicia, que se les den esas soluciones tantas veces prometidas, con las que se puede llenar una enciclopedia de la incompetencia, que de una puñetera vez se hagan realidad. Así lo ha pedido, requerido, recomendado, expuesto, así lo han aprobado  El Defensor del Pueblo en 2005, La Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo en 2009, el Senado en 2015 y el Parlamento de Cantabria en innumerables resoluciones, proposiciones no de ley, modificaciones de nuestras propias leyes, peticiones de perdón a los afectados, declaraciones institucionales, que requerían a nuestras instituciones condenadas Gobierno de Cantabria y Ayuntamientos afectados una solución definitiva en la pasada legislatura, que se modificó para darles más tiempo, y que manda que esa solución se realice antes de acabar el presente año.

Viene un nuevo equipo, incluso hasta los funcionarios que conocían estos temas han cambiado, volver a empezar es muy duro, a ciertas edades es como repetir curso una y otra vez cuando sabes cómo será el resultado final, muy triste ya que la experiencia nos dice que cuando parece que se ve la luz al final del túnel ha acabado otra legislatura, y nos mandan otra vez a la casilla de salida en una noria sin fin, en una injusticia interminable. 

Donde el olvido, el tapar, esconder la corrupción, el daño producido, y no repararlo es sumar, ahondar en una injusta e interminable condena.

La Administración tiene todo el tiempo del mundo, se renueva, se multiplica o divide como le convenga, nos castiga con su indiferencia que es el apoyo para que la inmoralidad, la falta de ética en quienes la representan siga creciendo.  Los ciudadanos aquellos que estamos esperando nos dejamos la vida, sin ver que se realice lo que piden las propias instituciones, esa solución final. Ese tiempo finito va hinchando el globo de la injusticia, creando la inseguridad jurídica e incluso emocional que acaba siendo una amenaza para todos los ciudadanos. Donde el olvido, el tapar, esconder la corrupción, el daño producido, y no repararlo es sumar, ahondar en una injusta e interminable condena.


 

Harto de estar harto ya me cansé...