domingo. 28.04.2024

Pantesco, la lengua que se cuida y se salva a sí misma

Su lengua, un dialecto siculo-árabe similar al maltés, fue la lengua vernácula mayoritaria de la isla hasta finales del siglo XVIII, cuando el romance siciliano lo comenzaría a reemplazar progresivamente

Decía John Donne aquello de que ningún hombre es una isla entera por sí mismo, sino que todos somos una parte del continente. Sin embargo esos trocitos de tierra separados del resto de civilizaciones por miles de kilómetros atraen cada año a millones y millones de viajeros aventureros que buscan deleitarse la vista con paisajes maravillosos y paradisíacos, o bien, descansar en sus playas pocas veces transitadas y/o concurridas. Y esto es hoy y ahora más que nunca un auténtico privilegio cuando en las épocas del Verano todo el mundo corre presto y veloz a mitigar los calores junto al frescor de las olas del mar siempre ondulantes y relajantes.

Y es que a veces, y como pocas, una isla (como en este caso sucede con la isla de Pantelleria) es única e indivisible, pues en su especificidad cada una de ella forma parte de un mundo, y hasta incluso de un universo aparte. Para que solo nos hagamos una idea Suecia cuenta con más de 267.570, la mayoría de ellas deshabitadas. Incluso la capital, Estocolmo, se alza sobre 14 islas con más de 50 puentes. Por lo tanto aventurarse a decir cuántas islas hay en el mundo resulta un tanto imprudente y hasta temerario, por no decir pintoresco.

El idioma siciliano moderno actual de Pantelleria contiene muchos préstamos del árabe bereber

Sin embargo, y con todo, sus paisajes son ideales para registrarse en una cámara, y quizá por ello hay tantas películas que las eligen como escenario y marcos incomparables y sublimes para lo eterno. Nosotros nos quedaremos (ahora que estamos inmersos en el pleno Verano) con Pantelleria por varias razones que a continuación explicaremos, si bien antes conviene decir que el título completo de este capítulo debería de haber sido: “Pantesco, la lengua que se cuida y se salva así misma, porque quienes aún la hablan no renuncian a hacerlo, y quienes no la conocen están atentos a ella”. Sin embargo, y por problemas de espacio, al final el título se queda acotado al presente.

En algunos conceptos, como, por ejemplo, los que tienen que ver con el nulo apoyo institucional que las autoridades de Cantabria hacen con respecto al cántabru, la isla de Pantelleria tiene, o al menos podría tener algunos paralelismos parecidos o similitudes análogas con Cantabria. Viajemos, aunque solo sea por un momento, por esta bella isla del Mediterráneo Sur.

A 100 km al Suroeste de Sicilia, y apenas a 60 km al Este de la costa tunecina (en el canal de Sicilia) se encuentra la antigua isla de Cossyra o Cossura, una pequeña y desconocida isla de apenas 14 kilómetros de largo por 9 de ancho, pero con una importante y destacada actividad volcánico-tectónica. Su altura máxima es de 836 metros sobre el nivel del mar, al tiempo que tiene una extensión aproximada de 83 km cuadrados, y una población de no más de 8.000 habitantes que aún mantienen viva su lengua y su cultura propia y singular.

En el trabajo de Giuseppe Staccioli, “La última isla musulmana en Italia, Pantelleria (Bint al-riyāḥ)”, podemos leer: “La influencia árabe también se encuentra en el léxico del dialecto de Pantelleria. Es particularmente evidente en la agricultura, silvicultura, marinera y gastronómica. En cuanto a la agricultura, se ven términos que describen la estructura del suelo, o aquellos que dan una idea de los cultivos, las hierbas en general, y las hortalizas y las plantas”.

Más información a través de este enlace:

https://core.ac.uk/download/pdf/46603826.pdf

Su lengua, un dialecto siculo-árabe similar al maltés, fue la lengua vernácula mayoritaria de la isla hasta finales del siglo XVIII, cuando el romance siciliano lo comenzaría a reemplazar progresivamente. No obstante, y aún a día de hoy, el idioma siciliano moderno actual de Pantelleria contiene muchos préstamos del árabe bereber, y de hecho, la mayoría de los topónimos de la isla son de origen semítico, a pesar de que la isla fue normanda o perteneció al Reino normando de Sicilia.

La historia nos recuerda que después de la conquista normanda de Sicilia en el siglo XII, las islas de Pantelleria y Malta aún sostenían importantes comunidades árabo-bereberes

Conviene recordar que el Reino de Sicilia fue un Estado del Sur de la Península Itálica, y la isla de Sicilia que se desarrolló desde su fundación por Roger II de Sicilia en 1130 hasta 1816, sería la que en buena medida le otorgaría ese carácter tan peculiar y particular. Fue de hecho el sucesor del condado de Sicilia, creado en 1071 durante la conquista normanda de la Península Itálica (Sur).

Y es en verdad una realidad la que nos dice y nos demuestra claramente a día de hoy, que nadie o casi nadie habla en la actualidad un italiano “estándar” (o normalizado) en esta isla (que administrativamente pertenece a la provincia siciliana de Trapani) por vocación, sino más bien por imposición, o bien por necesaria y obligada utilidad, siendo cada vez más las personas que cada año muestran un inusitado interés por mantener viva su lengua y su cultura popular (la cual es ciertamente diferente a la siciliana), a pesar de no contar con prácticamente ningún tipo de apoyo y ayuda institucional por parte del Gobierno italiano; y ni tan siquiera del siciliano. Una circunstancia esta que, con ciertos matices, a veces nos puede recordar a la situación que se da en el archipiélago de las Shetland (al Norte de Escocia), y de lo cual ya hemos hablado en anteriores artículos.

La historia nos recuerda que después de la conquista normanda de Sicilia en el siglo XII, las islas de Pantelleria y Malta aún sostenían importantes comunidades árabo-bereberes, pero sus eventuales destinos lingüísticos serían diferentes: la primera fue sumergida por las continuas admisiones italianas, mientras que la segunda sobrevivió al ataque cultural italiano. Sin embargo, en Pantelleria aún se pueden reconocer rastros de influencia árabe, especialmente en el nombre de su capital (Pantelleria), así como en el de algunos pueblos antiguos: Bukkuram, Sesi, Khamma, Mueggen, Bugeber, Palmariggi, Acaya, etc.

Los topónimos de manera habitual suelen describir la estructura del suelo, los dispositivos para extraer el agua, el uso controlado del mismo, los nombres de antiguos propietarios o tribus, etc. Mucho menos evidente, pero aún consistente, fue la influencia del idioma árabe y bereber en la isla, por su continuada permanencia con los pobladores del Norte de África durante varios siglos.

Así sucede que los préstamos y los calcos son numerosos: algunas palabras italianas cambiaron efectivamente su género de acuerdo con sus contrapartes árabo-bereberes, y algunos verbos, por ejemplo e incluso, se han visto afectados por los patrones de la conjugación árabo-bereber. De hecho, la gran similitud entre algunas palabras maltesas y norteafricanas presentes en el dialecto actual de Pantelleria permite una identificación más fácil de las palabras originales árabes y bereberes, incluso cuando la estructura de algunas realmente ha cambiado. Las referencias, no obstante y por ejemplo, a apellidos de origen árabe y bereber son bastante escasas, ya que la mayoría de los apellidos proceden de fuentes sicilianas y españolas; aunque parece ser que solo dos (Casano y Tatania) podrían haberse originado en la propia Pantelleria.

Escenario de películas y lugar de desconexión entre los y las VIP (es uno de los enclaves de moda entre la “jet set” europea y también internacional por su remota ubicación y su belleza, a pesar de que durante el Verano alcanza temperaturas calurosísimas), adentrarse en este paraíso a medio camino entre Sicilia y Túnez es toda una experiencia para los sentidos, quizás porque Pantellería es de esos otros paraísos extraños, incomprendidos, difíciles, embriagadores, y quizá, solo apto para unos pocos elegidos a los cuales lo fácil y asequible no les abre el apetito.

Con un paisaje de ensueño (que hará que quieras volver a repetir) la riqueza del territorio ha convertido este lugar en patrimonio de biodiversidad para muchos turistas cada año. El escritor y periodista colombiano, Gabriel García Márquez decía de este lugar: “No creo que exista en el mundo un lugar más adapto para pensar en la Luna”.

A través de los siguientes enlaces las personas interesadas en esta lengua antigua podrán tener más información y/o reseñas. Y podrán descubrir curiosidades que les llevaran a conocer más acerca de esta lengua desconocida y hasta olvidada.

https://www.ilgiornaledipantelleria.it/fronte-del-porto-il-dialetto-pantesco/

https://www.ilgiornaledipantelleria.it/oggi-8-marzo-festa-della-donna-rosanna-gabriele-la-celebra-in-rima-con-fimmena-nel-dialetto-di-pantelleria/

https://www.ilgiornaledipantelleria.it/oggi-festa-della-mamma-caterina-daietti-di-pantelleria-dedica-una-poesia-oh-mama-audio/

Confiamos y esperamos en que lo relativo y circunstancial a lo que tiene que ver con esta bella isla sirva de inspiración y comienzo para que con el tiempo el cántabru alcance también la notoriedad y la importancia que siempre debió y hoy debe de tener.

Pantesco, la lengua que se cuida y se salva a sí misma
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