En la lucha por hacer visible el cántabru en la sociedad, todas aquellas iniciativas que supongan un revulsivo visual deben de ser siempre bienvenidas y tenidas en cuenta. Provocar sonrisas, generar debates y movilizar conciencias, ha de ser el siguiente paso necesario que se ha de emprender en el camino hacia la plena normalización de nuestra lengua.
Y que mejor manera de hacer esto posible que realizando campañas tendentes a escribir en las aceras y en los pasos de cebra, por ejemplo, frases poéticas y reflexivas, positivas y con misteriosos mensajes, con tipografía sencilla y letras blancas, que escritas todas ellas en cántabru y en castellano sobre el asfalto; pretendan sensibilizar las urbes y el campo, a fin de hacer así que cientos y miles de personas puedan conocer más acerca de nuestra lengua cántabra; y al tiempo humanizar el espacio público haciendo de éste un lugar de reflexión e introspección.
Palabras que despiertan emociones, que visten las calles de poesía, y que al final han de ser una llamada de atención y observación, análisis y reflexión, hacia una realidad lingüística que por mucho tiempo ha estado marginada y sido objeto de afrenta y menoscabo, desprecio y humillación.
Y es que es importante entender la lucha en favor del cántabru desde una perspectiva transformadora, que al tiempo también sea capaz de crear vínculos entre las personas; sin renunciar por ello a nuestro pasado, y al tiempo, igualmente, podamos enfocarnos con garantías hacia un futuro prometedor. Y puesto que nadie puede llevarse las aceras y los pasos de cebra a su casa, y tampoco meterlas en una galería; que mejor manera de hacer visible nuestra lengua que provocando un contacto directo con el espectador (sin ningún tipo de segregación) y haciendo al tiempo con ello, arte y exposición, compromiso y acuerdo, contrato y ajuste, inspiración y talento.
Es igualmente muy importante que esta _muvición_ (movimiento) artístico-literario venga precedido, a ser posible, con unas reglas: no escribir más de 8 ó 10 palabras, que se pintarán con letras de imprenta mayúscula negras sobre un fondo blanco. Las frases (siempre optimistas) mejor si pertenecen a fragmentos de obras literarias, canciones y versos de amor o reflexión. Y por último, el secreto fundamental está en no vincularlas con ninguna religión ni banderapolítica.
Estas frases no solo provocarán sonrisas entre los transeúntes (una parte importante de la escritura y de la poesía, es transmitir sentimientos entre las personas mediante pequeñas frases), sino que también serán inmortalizadas; haciendo así posible que la conciencia lingüística en torno a nuestra lengua se expanda y crezca de forma importante y de manera notable. El objetivo final es descubrir en la ciudad y en el pueblo personas entusiasmadas con la poesía (debería de haber poesía en todos nuestros actos, y deberíamos de ser, al menos todos los seres, seres poéticos) y por la alegría que se esfuerza en trasmitirla a los demás de una manera o de otra.
He aquí varios ejemplos de frases que muy bien podrían darse a conocer a la ciudadanía, no existiendo una fecha concreta para ello:
- En parracil, duermi menos y sueña más_ (De par en par, duerme menos y sueña más).
- Bregar y ajondar nel corazón_ (Dejar huella y profundizar en el corazón).
- Alicuandu mañana, y del estrinque hui_ (De vez en cuando mañana, y de una vez hoy).
- Chusculumbru equí y acuyá_ (Voltereta aquí y más allá).
- Vujotros y nós, un solu mundu_ (Vosotros y nosotros, un solo mundo).
- Una vegá y otra vegá´l tu adra_ (Una vez y otra vez tu turno).
- Engentu tú y yo_ (Solo tú y yo).
- Lu mesmu esu qu’estu_ (Lo mismo eso que esto).
- Suspirar y sueñar jasta l’astragu’ la luna comblá (Suspirar y soñar hasta la superficie de la luna llena).
- Ratidu y pedrique, sueñu y calda, chorcu y sorbatu_ (Susurro y sermón, sueño y sofoco, surco y sorbo).
- Embeleñatu nel sindiu y mostaju nel similleru_ (Siesta en el sendero y serbal en el semillero).