Merecedores del perdón
Prefería mil veces ser perdonado a pedir perdón.
Prefería mil veces ser perdonado a pedir perdón.
Que sería de mi vida sin las series, que me sacan sonrisas y a su vez me emocionan.
Me sentía hombre de la oscuridad. Era reacio a la luz solar, me producía urticaria sólo de pensar en los primeros rayos del amanecer.
Adoraba viajar, descubrir lugares nuevos, y qué mejor manera que hacerlo con un día perfecto de calor.
Lo que más nos gustaba de la piscina era que no existía por ningún lado la incómoda arena que se te mete por los pies.
Lo que más me gustaba de viajar en avión era poder sentirme cerca de los míos.
Me preguntaba cómo mis padres podían cambiar esta vida por la estresante y ruidosa ciudad.
Y sin quererlo, me vi envuelto en mi mayor deseo, mirando por la diminuta ventana del avión, observando la inmensidad del cielo, agarrado de la mano de mi compañera de viaje
Siempre he oído decir entre mis amigos que la nueva forma de desconectar es conectándonos. Pensándolo en frío, cuánta razón tiene la frase