domingo. 05.05.2024

Sánchez y el chiste del dentista

Hay quien dice, como explicación a cada afrenta anual, que aquí, de El Escudo hacia abajo, somos muy malos contando chistes. Y que, concretamente el del dentista, fatal. Que Cantabria tiene poca audiencia, que dónde vamos con la misma población que un barrio de Barcelona o que, simplemente, no hay tradición de dar un golpe serio en el tablero

Cuando Sánchez, el presidente, habla con vascos o catalanes le cuentan de maravilla el chiste del dentista. De pronto, las gónadas presidenciales aparecen en la palma de la mano de cualquier nacionalista o independentista, y la simple amenaza de comprimir esa palma, activa la apertura de la caja fuerte de los presupuestos para derramar la pasta común allá donde el poder político trabaja sin anestesia.

Sánchez, como antes hicieron otros presidentes –da igual el color–, acude con regularidad anual a la gala del chiste del dentista, donde se reparten los premios a las regiones hispánicas, algunas de las cuales se llevan siempre la estatuilla más gorda pese a que, en menor o mayor grado, lo español les provoca una peritonitis. Otras regiones, lideradas por políticos que no amenazan con partir las fronteras con una motosierra, también acostumbran a figurar en posiciones altas, en tanto que Cantabria, que siempre va a esa gala de oyente (no será así, pero lo parece por lo yermo del resultado), suele comerse los mocos con sobao, frisuelo y copazo de orujo.

Hay quien dice, como explicación a cada afrenta anual, que aquí, de El Escudo hacia abajo, somos muy malos contando chistes. Y que, concretamente el del dentista, fatal. Que Cantabria tiene poca audiencia, que dónde vamos con la misma población que un barrio de Barcelona o que, simplemente, no hay tradición de dar un golpe serio en el tablero. Valdría, sin embargo, con invocar la solidaridad interterritorial para echar abajo cualquier razonamiento que explique de manera perversa los continuos desplantes –por decirlo de manera suave– que sufre esta comunidad autónoma.

Ahora el partido que lidera el Gobierno de Cantabria amenaza con retirar el apoyo a Sánchez en el Congreso si la red ferroviaria de cercanías sigue hecha unos zorros

Ahora el partido que lidera el Gobierno de Cantabria amenaza con retirar el apoyo a Sánchez en el Congreso si la red ferroviaria de cercanías sigue hecha unos zorros. Sería un solo diputado contándole el chiste del dentista en audiencia privada. Puede que el presidente se carcajee a mandíbula batiente: nada nuevo, lleva tiempo haciéndolo, como antes se desternillaron otros, incluidos ínclitos ministros. Una política indecente de chiste, de chiste malo. Por eso hay que poner algo a descarrilar de manera urgente.

Sánchez y el chiste del dentista
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