sábado. 27.04.2024

Pan (poco) y circo (mucho): Rociíto

En esta España de pan menguante y circo creciente, la hija de Rocío ha hecho definitivamente la más grande a la Jurado. Rociíto, incapaz de someter sus acusaciones al veredicto de un jurado ecuánime, podría haber jurado fidelidad eterna a la letra de su madre: “se nos rompió el amor de tanto usarlo”. Pero no, demasiado romántico para activar el sagrado talonario.

El país de naciones de Sánchez hecho unos zorros y entra Rociíto como elefanta en cacharrería. Los gobiernos taimados acostumbran a mantener narcotizada a la ciudadanía aplicando a rajatabla la máxima latina panem et circenses. Pan y circo. Harina y espectáculo. Hidratos y juerga. Y a Rocío Carrasco Mohedano, huérfana de boxeador y tonadillera, le ha correspondido el dudosísimo honor de saltar a la arena de los mercenarios televisivos para contarnos una fábula que ríanse de las de Esopo.

Rociíto, sin oficio ni beneficio conocidos, le ha propinado un golpe bajo a su ex Antonio David Flores

Rociíto, sin oficio ni beneficio conocidos a sus 43 años, le ha propinado un golpe bajo a su ex Antonio David Flores. Un directo al hígado que ni su recordado padre, el campeón del mundo del peso ligero Pedro Carrasco, hubiese ejecutado con tanta ligereza. Esta campeona nacional de la alevosía con nocturnidad ha dejado k.o. al ex guardia civil contando ancianas historietas domésticas tan difíciles de probar como de aprobar. Antonio David espera, noqueado en la lona, la fatídica cuenta de diez sabiendo que no volverá a pelear en el ring de pago de Telecinco.

En esta España de pan menguante y circo creciente, la hija de Rocío ha hecho definitivamente la más grande a la Jurado. Rociíto, incapaz de someter sus acusaciones al veredicto de un jurado ecuánime, podría haber jurado fidelidad eterna a la letra de su madre: “se nos rompió el amor de tanto usarlo”. Pero no, demasiado romántico para activar el sagrado talonario. La Jurado se ganaba honestamente el pan con el sudor de su frente, mientras que Rociíto hace frente a sus deudas aireando peliculescas dudas sobre el comportamiento marital de Antonio David.

La ministra de Igualdad Porque Sí, Irene Montero, se ha vuelto a poner el mundo por montera para apoyar locamente a esta locuaz de pago apodada Rociíto. Lo que faltaba. Ya lo decía el gran Forges: País.
 

Pan (poco) y circo (mucho): Rociíto
Comentarios