domingo. 28.04.2024

Ojalá

Cada 8M surgen diferentes posturas respecto a cómo debemos celebrar este día. Yo soy partidaria de que cada cual haga lo que le dé la gana sin juzgar al resto. Entiendo que hay mujeres que este día al verse tan acompañadas salen a la calle y se sienten fuertes y felices. También entiendo a quienes están enfadadas porque las cosas no están saliendo como deberían; a quienes aprovechan para canalizar su rabia a ritmo de tambor... Porque cada una gestiona sus miserias y sentimientos como buenamente puede. Bastante tenemos con cargar con nuestras mochilas de piedras. Pero que nadie se piense que he venido aquí con buenismo, hay personas a las que no entiendo: a quienes creen que este día no es necesario. Y ojalá no lo fuera. Pero aquí estamos otro 8M de sentimientos encontrados por la felicidad de vernos en la calle y la necesidad de tener que tomarla para gritar que el mundo también es nuestro. Otro 8M en el que tenemos que seguir luchando por nuestros derechos. Otro 8M de postureo, falsos aliados y señoros.

Solo en lo que va de año los datos oficiales dicen que han sido 8 mujeres asesinadas por hombres, pero sabemos que esos datos no son todas

A veces me pregunto cómo canalizaríamos toda esta energía si nuestra situación fuera otra:

Año 2023. Se suceden las propuestas de leyes que luchan contra el patriarcado y otorgan derechos a las mujeres. Todas se aprueban por unanimidad. La defensa de los derechos de los colectivos oprimidos es inquebrantable. Todos los partidos políticos se unen en la construcción de una sociedad más justa. El 8-M ya no es necesario.

No he podido evitar reírme en alto después de escribirlo. Llamadme descreída. O pesimista. La verdad es que a ratos fantaseo con ejercer la violencia. No me juzguéis muy duro. Hay días difíciles de afrontar. Solo en lo que va de año los datos oficiales dicen que han sido 8 mujeres asesinadas por hombres, pero sabemos que esos datos no son todas. Igual que sabemos que las violaciones no cesan, de manera individual o en grupo. Y mientras te violan asegúrate que te hacen una herida, eh, no vaya a ser que luego no te crean. ¿Alguien más con fantasías violentas por aquí? Siempre que hablo de las violencias que sufrimos las mujeres empiezo con las más evidentes, las vinculadas a nuestros cuerpos, las que acaban con nuestra vida o las que nos cuelgan un cartel de víctima. La idea es tenernos atenazadas y demostrar que nuestros cuerpos y nuestras vidas les pertenecen. Nos muelen a palos, nos minan la autoestima, nos separan de nuestros círculos afectivos y se aseguran de que creamos que no tenemos un lugar al que volver. Pero lo hay, de verdad que lo hay.

Pero como estas violencias son pocas nos atraviesan las laborales, ¿Crees que vales para ser jefa? Pues demuestra que eres cien veces mejor que el resto de los candidatos. Y aun así es probable que se lleve el puesto el más tonto. ¿Quieres tener una pensión que te permita vivir? Pues haber cotizado. Y si has cotizado, haber cotizado más. Y si cotizaste poco porque tu empleo era precario, haberte esforzado más. O haber estudiado. Eso, haber estudiado. Todo el mundo sabe que estudiar es sinónimo de empleo digno, especialmente entre las mujeres. Por supuesto que cuando hablan de empleo se refieren al remunerado, eh. Que el otro, el no asalariado, ese no cuenta como trabajo. Y es que es habitual escuchar hablar de la incorporación de las mujeres al mundo laboral en las últimas décadas. Al mundo laboral remunerado, que lo de trabajar gratis lo llevamos haciendo toda la vida. ¿Qué me decís del no trabajo de lavar la ropa en un lavadero en una postura imposible y con agua fría? ¿Encargarse de los cuidados? ¿Cocinar? ¿Limpiar? No trabajo ¿Pasar las 24 horas criando? No trabajo ¿Y hacerlo todo al tiempo? No trabajo. ¿Sabéis lo que es también un no trabajo? Aguantar gilipolleces. No nos pagan ni un euro por aguantarlas. Y ojo, que dicen que las feministas estamos subvencionadas. OJALÁ.  Ojalá aguantar a machirulos nos rentara en euros y no en mala leche. En indignación, en impotencia y en días de vida.

Así que quienes hoy quieran salir a gritar con rabia que lo hagan, quienes quieran bailar que bailen y quienes necesiten solamente la compañía que la disfruten.  La idea es encontrarnos, vernos y demostrar que no estamos solas.

¡Feliz y combativo día de la mujer trabajadora!

Ojalá
Comentarios