viernes. 03.05.2024

Educar en la igualdad de oportunidades

Queda mucho trabajo por delante. Un trabajo transversal que durará décadas todavía, y que deberá pasar de padres a hijos. Por eso la educación es fundamental, no solo en las aulas, sino en el entorno familiar.

Este 8M celebramos el Día Internacional de la Mujer. Lo hacemos de forma diferente, esta pandemia no nos deja otra opción. Pero las reivindicaciones siguen siendo las mismas. La igualdad es un objetivo hacia el que caminamos, a veces con pequeños pasos, otras con zancadas más grandes. Pero es una meta que no hemos logrado y por la que tenemos que seguir trabajando día a día con cada acción individual.

Pero ese trabajo no es solo en el presente, sino también para el futuro. El 8 de marzo es un día para reivindicar esa igualdad que todavía no hemos logrado, y creo que es fundamental concienciar y educar a nuestras hijas e hijos y a las nuevas generaciones en esta materia. Una educación en igualdad de oportunidades, el respeto, la tolerancia y la comprensión. Solo así podremos romper con los estereotipos y los patrones que durante generaciones se han ido repitiendo.

Es necesario no perder de vista lo ganado, no olvidar el esfuerzo y el sacrificio de las miles de mujeres que, antes que nosotras, lucharon por los derechos que ahora tenemos

Luchar por los derechos de las mujeres es para muchos un sinónimo de odiar a los hombres. Esto es algo que tiene que terminar, pues no hay nada más lejos de la realidad. De ninguna manera se trata de transmitir algo semejante a los más jóvenes. Se trata de que todos aprendamos a respetar la libertad individual de cada uno. Se trata de eliminar la visión que todavía existe hoy de que una mujer puede ser atacada si no va por la calle acompañada por alguien. Se trata de eliminar la brecha de género y de eliminar las profesiones feminizadas, que en su inmensa mayoría siempre son las que menos salario tienen.

Este 2021 no hemos podido celebrar el Día de la Mujer como lo hacemos tradicionalmente. No hemos podido ver los ríos de mujeres y hombres reclamando esa igualdad y haciendo visible la lucha que día a día llevamos miles de personas en defensa de la equiparación de oportunidades y de derechos. Pero que no haya habido esa reivindicación masiva en las calles no significa que se deje de trabajar por la igualdad, y mucho menos que se vaya a terminar este movimiento.

Actos tan sencillos como llevar una prenda morada, compartir nuestras reflexiones en redes sociales o actividades individuales que nos permitan expresar el trabajo y el apoyo a este día pueden ser otras formas de conmemorar este 8M sin poner en riesgo nuestra salud y la de todos, que es y debe ser nuestra máxima prioridad en esta época de pandemia.

Queda mucho trabajo por delante. Un trabajo transversal que durará décadas todavía, y que deberá pasar de padres a hijos. Por eso la educación es fundamental, no solo en las aulas, sino en el entorno familiar. Las campañas de concienciación son imprescindibles, no solo en este 8 de marzo, sino cada día de cada año.

Estamos dando los pasos en la dirección correcta, como demuestran las miles de personas que salen cada año a las calles, mujeres y hombres que suman sus esfuerzos y sus gritos contra una desigualdad que se traduce en muchas acciones, comportamientos y, también, fallecimientos a lo largo del año. Pero junto a esos pasos es necesario no perder de vista lo ganado, no olvidar el esfuerzo y el sacrificio de las miles de mujeres que, antes que nosotras, lucharon por los derechos que ahora tenemos.

Y al igual que ellas, nosotras debemos trabajar para que nuestras hijas e hijos, nuestras nietas y nietos, vivan en una sociedad más igualitaria y justa. Este 8M es la conmemoración de ese esfuerzo, de esa educación inclusiva y de ese rechazo a toda desigualdad que una mujer pueda vivir en cualquier ámbito de su vida. Este Día de la Mujer es la voz que millones de personas en todo el mundo alzan para defender que las mujeres están, y deben estar en igualdad social, laboral, familiar y económica con los hombres.

Educar en la igualdad de oportunidades
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