viernes. 03.05.2024

Si vis pacem…

Esta sentencia  llevamos blandiéndola de una u otra forma, bastantes siglos antes de que fuera dicha por primera vez y de manera paradójica sólo hemos conseguido perpetuar la guerra

“Si vis pacem para bellum…”, afirma el dicho latino atribuido a Julio Cesar pero que en realidad, nunca lo dijo Julio Cesar. La primera vez que lo oí fue durante el servicio militar, la mili, en el año crucial de 1975. El capitán de la compañía nos daba una conferencia a los reclutas recién llegados y la abrió con esta sentencia; después se demoró alrededor de una hora pero no recuerdo nada que mereciera la pena recordar. No obstante la sentencia pronunciada con su voz de tenor, eso lo recuerdo bien, reverberando en el silencio de la sala nada más comenzar me impactó.

En el bachillerato de entonces se estudiaba latín y griego si uno optaba por la rama de letras y recuerdo que en latín me defendía bastante bien; sin embargo en el trabajo semanal de traducción que se centraba casi exclusivamente en Julio Cesar y Cicerón, tal sentencia no aparecía… Quizás se debiera a eso mismo, a su novedad, a su rotundidad por lo que me impactó tanto; porque hay que reconocer que dicha con la entonación pertinente, en el contexto pertinente y nada más empezar consigue fijar la atención. “Si vis pacem para bellum...!” es decir “Si quieres la paz, prepárate para la guerra…”. Esta sentencia  llevamos blandiéndola de una u otra forma, bastantes siglos antes de que fuera dicha por primera vez y de manera paradójica sólo hemos conseguido perpetuar la guerra; la paz, los periodos de paz se reducen a meras treguas; unas más prolongadas que otras pero treguas al fin y al cabo. La famosa tregua de Navidad durante la Gran Guerra del año 1914 es paradigmática; los mandos militares alemanes, franceses e ingleses al enterarse de que las tropas habían desechado las armas y confraternizado, zanjaron de raíz el asunto con la amenaza de consejos de guerra.

Parece que no hay perspectivas de que la maldición vaya a desaparecer de este mundo cada vez más estrecho

Nací el año del conflicto de Suez y la intervención soviética en Hungría; crecí viendo en televisión los conflictos del África tropical posteriores a la descolonización y la guerra del Vietnam; las guerras de los Seis Días y del Yom Kipur; la guerra del Líbano, Nicaragua, El Salvador, Afganistán, Irak; después los Balcanes, otra vez Irak, Siria, Libia, Ucrania; ahora una vez más el sempiterno conflicto palestino… Nada digno de mención, por otra parte; generaciones anteriores nacieron y vivieron, sin televisión, la segunda Guerra Mundial, nuestra Guerra Civil, la Gran Guerra… y las anteriores ídem de ídem... Habrá que admitir entonces que, echando mano del título de uno de los libros del paleontólogo Arsuaga, somos “La especie Elegida”... para la guerra; para algunas cosas mucho más amables con la vida, por supuesto, como por ejemplo la música, pero el conflicto armado, la guerra a gran escala, lleva marcando el devenir de la cultura humana desde hace milenios… Así pues, dado que parece que no hay perspectivas de que la maldición vaya a desaparecer de este mundo cada vez más estrecho, aprovechemos los periodos de tregua o de paz de que disfrutemos (aquí, en este rinconcito de Eurasia, que es la parte más occidental de Europa llevamos disfrutando de paz 80 años a costa de otras latitudes menos felices) y durante esta Navidad elijamos alguna de esas otras cosas, aparte de la guerra, que nos marcan como la especie elegida para atrapar, retener, una breve ilusión… Como he mencionado la música más arriba, ofreceré una pista: “Si quieres la paz..., escuchen al pianista George Winston y dado que estamos en Diciembre, en Navidad, busquen y escuchen su disco titulado “December”; no les defraudará. El disco se compone de de doce cortes, la mayoría de los cuales son villancicos tradicionales de diferentes lugares arreglados por el propio pianista, unas variaciones sobre el famoso “Canon de J. Pachelbel” y un último corte de propia factura titulado “Paz” : cuatro minutos insondables… Si la paz fuera posible, mejor dicho, durante esos momentos  en los que uno siente que es posible, se parecería mucho a las sensaciones que esos cuatro minutos despiertan… George Winston, pianista norteamericano, nació en Michigan en 1949 y falleció en Junio del año en curso… Que pasen ustedes una feliz, pacífica, Navidad y tengan un próspero, dadas las circunstancias , Año Nuevo...

Si vis pacem…
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