En el norte de la Península Ibérica, una imponente cordillera de más de 400 kilómetros se levanta como una gran barrera paralela a la costa del mar que lleva su nombre, el Mar Cantábrico. En su otra vertiente, la cordillera Cantábrica se presenta repleta de cañones y apretados bosques continentales de hayas, robles y castaños. La influencia cálida del mar ha determinado un clima con elevadas precipitaciones originando montes de exuberante vegetación. Es el lugar perfecto para esconder un gran número de animales y otras formas de vida que cohabitan aquí desde tiempos inmemoriales. Pero por encima de todo es el territorio de una de las criaturas más formidable del hemisferio norte: el oso pardo cantábrico. Y es precisamente ese fabuloso animal uno de los que los responsables de ‘Cantábrico’ han escogido para conducir esta película que, rodada en localizaciones de Galicia, Castilla-León, Asturias y Cantabria, se estrenará en febrero.
El cantábrico es un lugar mágico y misterioso, es el reino de los bosques, el dominio de los caballos salvajes, la tierra donde las nieblas esconden a los lobos ibéricos, a los gatos monteses y a los urogallos, el lugar donde la fantasía y la realidad caminan juntas. Un territorio salvaje que el mundo debe conocer.