La casa de Francisco es la más famosa no solo de Parbayón, sino de toda Cantabria en Navidad. Visitarla cada diciembre ya se ha vuelto tradición, aunque por un tiempo parecía que podía dejar de serlo este año y la Navidad podría ser diferente en esta localidad de Piélagos, un poco más triste y con menos luz.
Y es que el propietario de la vivienda se vio envuelto en una polémica judicial sobre si debía o no sacar la licencia de actividad prevista en la Ley de Espectáculos de Cantabria por sobrepasar la mera acción decorativa y congregar gente frente a la vivienda. Finalmente, Francisco ha vuelto a decorar su casa con una espectacular iluminación navideña y la popular casa sí ha podido volver a brillar un año más ante la alegría y entusiasmo de quienes no se pierden este espectáculo cada año.
Esta vez, no hay pases para ver el show. El espectáculo de unos 12 minutos de duración con música, sonido y luces no tiene un horario fijo, pero se sigue realizando. Como de costumbre, no le falta de nada, tampoco la gran expectación de niños y mayores un año más. Allí se siguen concentrando multitud de visitantes a su paso por la carretera N-623 y la inquietud y asombro de los más pequeños contagia la ilusión a padres y abuelos. Es un plan de familia perfecto y así se puede comprobar cada día cuando cae la tarde.
La iluminación tiene vida. Papá Noel y Melchor dialogan entre ellos e interaccionan con el público, y los villancicos junto al juego de luces ponen a bailar a todo el que se acerca al hogar más mágico de la Navidad. Las sonrisas y comentarios de los más pequeños son el reflejo de que la visita ha merecido la pena y de que quien va, repite.
