domingo. 28.04.2024

En la última década ha habido una práctica que ha ido ganando adeptos a una velocidad desorbitada: el senderismo. Desde los más altos puertos de montaña hasta los paseos más sencillos frecuentados por los noveles, España cuenta con una red de más de 60.000 kilómetros de senderos señalizados, una de las más destacables del continente.

Como no podía ser de otra manera, Cantabria es una de las grandes aficionadas a este deporte. La región ofrece rutas aptas para todo tipo de niveles con paisajes de lo más diversos que harán las delicias de quienes se animen a descubrirlos.

Ojos del Diablo
Ojos del Diablo

´La Tierruca’ cuenta con dos tipos de recorridos bien diferenciados: los costeros y los de interior. Uno de los grandes nombres de la comunidad no es otro que el camino que lleva a los Ojos del Diablo. En lo alto del Monte Candina (Liendo) se encuentra esta cima, una de las más frecuentadas por los senderistas de la zona, donde el cielo se une con el mar. El recorrido atraviesa uno de los macizos kársticos más importantes de la comunidad. Una caminata de ocho kilómetros, unas tres horas (entre ida y vuelta) de duración y 470 metros de altitud que, a pesar de tener una dificultad media-alta, puede ser realizada por cualquier persona medianamente en forma.

Dunas de Liencres y Costa Quebrada
Dunas de Liencres y Costa Quebrada

Otra de las rutas imperdibles para los amantes del senderismo cántabro es el recorrido por la Costa Quebrada. Atravesando algunas de las mejores playas de la comunidad se encuentra esta sencilla ruta que parte desde la Playa de la Arnía y acaba en la Playa del Madero. Este sendero de escasos cuatro kilómetros, también apto para las bicicletas, llevará a quienes la visiten a lugares tan espectaculares como la Playa de Portio, la Playa de Cerrias o la Playa de Somocuevas.

Y, siguiendo este camino, es imposible no parar en uno de los miradores más famosos de la zona: el Monte de La Picota. Con vistas al Abra del Pas, la Playa de Valdearenas y el Parque Natural de las Dunas de Liencres, esta colina de 240 metros de altura es una de las rutas más sencillas a realizar, especialmente con los más pequeños pues tiene una duración de 20 minutos desde Mortera. Uno de los mejores momentos para visitar este lugar es el atardecer, aunque en verano está ligeramente masificado.

Secuoyas en otoño de Cabezón de la Sal | Foto: Turismo de Cantabria
Bosque de Secuoyas | Foto: Turismo de Cantabria

No muy lejos de allí se encuentra una de las rutas más singulares de la región, aquella que lleva al Monumento Natural de las Secuoyas del Monte Cabezón (Cabezón de la Sal). Con 848 ejemplares plantados por necesidades industriales en los años 40, se ha convertido en uno de los lugares más visitados de la zona, especialmente por los veraneantes de Comillas, a escasos 10 minutos. La ruta es una de las más sencillas, convirtiéndolo en uno de los mejores planes diferentes a realizar con los pequeños de la casa.

Mirador de Santa Catalina | Foto: edc
Mirador de Santa Catalina | Foto: edc

Es imposible hablar de rutas cántabras y no reparar en el camino que lleva al Mirador de Santa Catalina. La Comarca de Liébana es uno de los mejores lugares donde practicar el senderismo en Cantabria y para muestra este recorrido que atraviesa el Desfiladero de la Hermida y el bosque del Monte Hozarco. Esta ruta tiene un punto bastante particular, pues durante la caminata los senderistas se encontrarán con algunos de los personajes más famosos de la mitología regional como la Anjana o el Ojáncano. La senda es algo más de un kilómetro de subida hasta llegar a uno de los ‘balcones’ más conocidos de Cantabria. Un impresionante mirador no apto para los que tengan vértigo desde donde se divisa el Desfiladero de la Hermida y los Picos de Europa.

 

Estas son las mejores rutas para disfrutar del senderismo en Cantabria
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