viernes. 03.05.2024

Bendita locura la vivida en Gijón. Primero en la ciudad, donde 5.000 aficionados cántabros dieron una lección de comportamiento -el sobresaliente se queda corto una vez más, y luego en El Molinón- Enrique Castro ‘Quini’, donde el Racing superó el Sporting (2-3) en un partido vibrante. De categoría. Como fue la segunda parte cuajada por los verdiblancos, que se sobrepusieron a dos tantos locales. Marcaron tres, remontaron y sumaron su sexta jornada consecutiva sin perder. Lucha cara a cara con los mejores de LaLiga Hypermotion. 53 puntos a falta de nueve jornadas para el final del campeonato 2023/24. Una ilusión persigue al racinguismo… pero hay que ir paso a paso. Y el próximo llegará en Los Campos de Sport con la visita de la Agrupación Deportiva Alcorcón el lunes, 8 de abril, a las 20:30 horas.

La presencia de Sangalli y Saúl en los laterales, de Aldasoro en el doble pivote y de Mboula en la banda derecha fueron las cuatro novedades del 11 de José Alberto en su regreso a El Molinón- Enrique Castro ‘Quini’. El ahora entrenador verdiblanco se formó como técnico en Mareo y dirigió al conjunto rojiblanco en Segunda División (Pablo Álvarez, su segundo, también cuenta con amplio y positivo bagaje en el Sporting). Ya en la previa el míster dijo que la cita era especial por la situación de ambos conjuntos, que luchan por una plaza en el playoff de ascenso a la elite del fútbol español, y por el lado sentimental. Y el encuentro, como era de esperar, tuvo sabor a Primera, categoría en la que se ha celebrado años y años. Ni la lluvia pudo frenar una gran entrada en el feudo rojiblanco, en el que había 5.000 racinguistas distribuidos por todo el estadio. Sensacional ambiente. La hinchada cántabra se dejó sentir en Asturias desde primera hora de la mañana para disfrutar de su gastronomía y enclaves turísticos.

DOBLE

Dentro del terreno de juego, el primer aviso llegó pasado el cuarto de hora y fue del Racing. Saúl ejecutó con la zurda una falta directa desde la derecha casi pegada a la línea de fondo y la pelota fue ganando efecto de camino a la portería de Yáñez, que con un leve toque impidió el 0-1 y envió el esférico contra el larguero. Poco después, el infortunio se alió con los verdiblancos, pues Ezkieta arroyó a Manu Hernando en área propia y su despeje cayó en las botas de Djuka que puso por delante a los asturianos. 1-0. Quedaba mucho tiempo por delante y el conjunto cántabro reaccionó, aunque lo locales -en una buena contra- estrellaron un cabezazo de Gaspar en la madera de la meta racinguista. Antes del descanso, Mboula protagonizó una buena internada por su ala, ganó la línea de fondo y sacó un centro raso que acabó en córner, en tanto que en el añadido una falta cometida sobre Saúl en la izquierda fue colgada por Vicente al punto de penalti, pero ni Arana ni Manu Hernando -incorporado al ataque- pudieron rematar. Al vestuario.

José Alberto, en el intermedio, dio entrada a Morante y Mario García, que en los primeros compases protagonizó dos carreras por la izquierda que acabaron en saque de esquina y en un cabezazo de Sangalli en el primer palo que se marchó fuera después de que una combinación entre Peque y Arana terminara con el canario en el suelo. Los racinguistas salieron muy enchufados y una combinación entre Aldasoro, Peque y Mario generó una precisa asistencia a Vicente, que escorado a la izquierda envió su lanzamiento al lateral de la red. El Racing dominaba y merecía y en el 62 una falta cometida sobre Mboula en la derecha se convirtió en el empate. Morante ejecutó el libre directo y Arana desde el punto de penalti puso la pelota, con la cabeza, en la escuadra. Golazo. Empate y éxtasis en la zona sureste de El Molinón.

VAR

Los dos equipos querían sumar los tres puntos, aunque los cántabros eran mejores que su rival. De hecho, un robo de balón de Vicente al portero asturiano, solo dentro del área, provocó que los seguidores verdiblancos reclamaran con ansia penalti y expulsión del arquero. El colegiado no señaló nada, y esa jugada terminó con el 2-1 obra de Gaspar. Desde Las Rozas no consideraron infracción alguna y el tanto subió el marcador. Otra vez a remar contracorriente. Y el empate llegó con los mismos protagonistas por parte del Racing. Asistencia de Morante y gol de Arana, esta vez con el pie tras recibir un buen pase. Tablas de nuevo.

José Alberto había sacado a Ekain y Baturina en una clara muestra de ambición y, casi sobre la bocina, dio entrada a Grenier. Todos fueron importantes, porque el delantero vasco marcó en el añadido el 2-3 que Arcediano Monescillo anuló por fuera de juego. Pero el colegiado recibió el aviso para que se acercara a la pantalla del VAR para ver, en esa acción, una mano del Sporting en el interior del área. Penalti. Nadie en el estadio tenía dudas del nombre del tirador. Peque, en estado de gracia, cogió la pelota, cuando se acercaba detuvo el tiempo, esperó a que Yáñez se cediera a su izquierda y metió el balón por la derecha. Gol, gol, gol… se gritaba en la grada. 2-3. El decimoséptimo del catalán en LaLiga Hypermotion. El que dio la victoria, merecida, a un equipo con mayúsculas.

Bendita locura (2-3)
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