lunes. 29.04.2024

Cruz Roja Cantabria ha organizado este sábado una jornada de voluntariado ambiental en la playa de Valdearenas, en Liencres, centrada en la eliminación de basuras marinas y enmarcada en el Proyecto Libera.

La actividad, que se ha desarrollado entre las 10:30 y las 13:30 horas, ha incluido la limpieza en el arenal y en las zonas anexas y también una ruta interpretativa para conocer las singularidades de este entorno natural.

En ella ha participado el biólogo y técnico de Medio Ambiente de Cruz Roja Cantabria, José Cacho, quien ha explicado a los participantes que la basura marina que se acumula en las costas es un problema de todos, y cuya solución no solo pasa por su recogida sino por la reducción de esos miles de residuos que se pueden encontrar prácticamente en cualquier época del año en las playas.

Desde 2017, tres o cuatro veces cada año, esta iniciativa promovida por SEO/BirdLife, en alianza con Ecoembes y Cruz Roja Española, organiza campañas de sensibilización en el Parque Natural de las Dunas de Liencres, centradas en la lucha contra las basuras marinas, conocidas también como basuraleza.

Cacho ha hecho hincapié en que se ha identificado más de 5.000 tipos de residuos de origen humano, si bien los envases y los plásticos son un "cajón contenedor" donde se engloba más del 80% de los residuos.

Durante la charla previa a la recogida de residuos en la playa de Valdearenas y sus alrededores, el técnico de Medio Ambiente de Cruz Roja Cantabria ha hablado de la contaminación textil, que no se ve porque forma parte de los microplásticos, pero que, cada vez, es más importante.

"En verano se da un poquito más porque la gente olvida o pierde desde sandalias hasta las cosas más inverosímiles por la razón que fuera", ha relatado Cacho, quien ha añadido que "cada vez que lavamos la ropa se sueltan muchas fibras, sobre todo sintéticas, de las que están compuestas más de 95% de las prendas que usamos, que llegan al medio y están empezando a ser un problema ambiental de consideración".

También ha apuntado que las colillas, un residuo de muy difícil solución y eliminación, es el "top número uno" a nivel municipal por su acumulación en las playas, seguidas de los bastoncillos, que siguen apareciendo en las costas. "La gente sigue utilizándolos y erróneamente los elimina a través del baño", ha apuntado este biólogo, quien ha precisado que, de esta forma, a través de las tuberías, llegan a las estaciones depuradoras que no pueden filtrarlos porque el poro es mayor, por lo que de ahí pasan al emisario submarino y luego al mar.
Por último ha destacado el peligro que representan residuos de pequeño tamaño como las pilas, formadas por metales pesados que son "bastantes peligrosos".

Voluntarios eliminan ‘basuraleza’ en la playa de Valdearenas
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